Las nubes son poesía en sí misma reflejada en el cielo. Con sus formas etéreas y abstractas nos invitan a despertar la imaginación y tratar de descifrar la ligereza de su belleza. En ocasiones, sus formas se transforman en fenómenos de ensueño que parecen no tener explicación. Ese es el caso de las cascadas de nubes, formaciones que bien podrían parecer agua líquida, aunque en realidad son nubes descendiendo.
La montaña de Lushan, en el este de China se caracteriza por presenciar este fenómeno atmosférico. Cascadas de nubes y niebla espesa recorren sus laderas, descendiendo como si de agua líquida se tratara y formando ríos de algodón.
Nota que te puede interesar: ¿Lo sabías? Éstos son todos los tipos de nubes que existen
¿Qué son las cascadas de nubes?
Los fenómenos que la naturaleza nos ofrece son sorprendentes, aunque existe una explicación detrás de cada uno de ellos. Las cascadas de nubes no son la excepción, se forman gracias al efecto llamado Föhn.
Este se produce cuando una masa de aire caliente y cargada de vapor de agua, choca contra una cumbre, lo que la obliga a ascender. En el camino, el vapor de agua se enfría gracias a la altura recorrida, se condensa formando nubes y ocasionando fuertes lluvias en las laderas de barlovento.
También podes leer: El por qué de las nubes rojas o naranjas
No obstante, cuando la masa de aire supera la ladera, comienza a descender por la otra cara de la montaña (sotavento) y se calienta a una razón impresionante formando las llamadas cascadas de nubes.
Lugares para observar mares de nubes
China es uno de los países afortunados donde las condiciones meteorológicas se prestan para presenciar el fenómeno Föhn en su máximo esplendor. El bosque de Shennongjia, en la provincia de Hubei, es visitado por los turistas que buscan captar el fenómeno de las cascadas de nubes. La experiencia resulta sumamente placentera, incluso en días soleados, la ladera más alta del monte Shennong suele cubrirse de niebla y le da un aspecto inmortal al follaje boscoso que la rodea.
El Lushan National Park, en la provincia de Jiangxi, también es hogar de grandes montañas donde se forman mares de nubes que descienden las laderas en forma de riachuelos de niebla densa. Es tan peculiar que, de hecho, forma parte del Patrimonio de la Humanidad desde 1996.
Pero China no es la única nación afortunada, también se pueden observar cascadas de nubes en el Monte Jinfo, en India. La isla San Miguel de la Palma (Canarias), situada en el Océano Atlántico es otro sitio ideal para observar este espectáculo natural.
No importa hacia dónde se mire, la naturaleza siempre nos da lecciones de belleza. Desafía nuestra comprensión sobre la realidad y la inmensidad de su existencia que nos recuerda que sólo somos grandes cuando nos fundimos en conexión con el todo.
Vía: Ecoosfera