Incendios forestales y las consecuencias para el medio ambiente

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Las consecuencias ambientales de los incendios forestales no se limitan a la pérdida de biodiversidad, esto es solo la punta del iceberg. A lo largo de los años, la tendencia de los incendios forestales ha ido en aumento.

Lamentablemente, los incendios han destruido todos los árboles del bosque y han causado consecuencias fatales para el medio ambiente. Quizás el impacto más obvio es la destrucción del ecosistema, pero esto es solo la punta del iceberg. Sería un grave error explicar las causas de los incendios forestales de forma lineal.

No depende de una sola acción, sino de una serie de acciones derivadas de las actividades humanas en su conjunto. La superpoblación y la relación de equilibrio cero entre el hombre y la naturaleza han provocado diversas situaciones que dañan la tierra. La sobreexplotación de los recursos naturales y la emisión de gas carbónico a la atmósfera han provocado una espiral que parece no tener salida.

Los gases de efecto invernadero lanzados a la atmósfera, impiden que la Tierra libere calor. Así, generan que el planeta se caliente cada vez más. Además, la utilización de ciertos gases que contienen cloro y bromuro como los llamados cloroflurocarbonos, desestabilizan la capa de ozono que termina por debilitarse, permitiendo la entrada de radiación ultravioleta que toca la superficie terrestre y la calienta en mayor medida.

En otras palabras, estamos ahogando al planeta en calor y como reacción en cadena vienen diversos fenómenos como los incendios forestales, el derretimiento de los glaciares, el desequilibrio de los ecosistemas y la pérdida de la biodiversidad.

La deforestación y tala excesiva son otra de las causas importantes. A manera que la población aumenta, la demanda de alimento e industria de recursos naturales también se incrementa. Se han deforestado millones de hectáreas con la finalidad de crear monocultivos que satisfagan la necesidad alimentaria del mundo.

La combinación de olas de calor prolongadas, sequías acumuladas y baja humedad unida a una vegetación en extremo seca y bosques sin gestión, está generando incendios mucho más violentos. Tan violentos que han recibido su propia denominación, se les ha llamado megaincendios de sexta generación. Su característica más evidente es que crean tormentas de fuego y son extremadamente difíciles de contener.

Consecuencias de los incendios forestales

La pérdida del paisaje y la destrucción del ecosistema es la más visible de todo evento de incnedios. Miles de especies de animales y vegetación sufrieron las consecuencias del fuego. Cabe resaltar que la vegetación se encarga de captura dióxido de carbono y emitir oxígeno tan necesario para la vida. Con la pérdida de los bosques, también perdemos los productores más grandes de oxígeno.

Y no sólo esto, sino que, el incendio en sí mismo libera una cantidad impresionante de este gas tóxico para la atmósfera terrestre. Del total de las 5.5 millones de hectáreas que ardieron en 2020, se desprendieron 182 millones de toneladas de CO2.

Una vez que el incendio pasa o logra controlarse, el suelo sufre modificaciones desastrosas por la erosión. Esta es quizá la consecuencia más grave. La destrucción de la estructura superficial del suelo aunado al arrastre de cenizas, ocasiona una compactación del terreno. Así, impide la penetración de agua reduciendo su humidificación significativamente. En consecuencia, el terreno dejará de ser fértil y el renacimiento del bosque se verá comprometido en gran medida.

Otra consecuencia que recientemente los expertos han divulgado por la preocupación que genera, es que, a mayor pérdida de biodiversidad, mayor riesgo de zoonosis. Existe una relación directa entre incendios, deforestación y pandemias. La exposición directa de los humanos a patógenos que antes resguardaban los bosques, puede producir más pandemias en el futuro.

Pero entre todas las consecuencias de los incendios forestales, la más peligrosa reside en la probabilidad de que se produzcan nuevos episodios del mismo tipo en los años subsiguientes. La muerte de la masa protectora verde formada por las copas de los árboles, significa mayor calor en la superficie terrestre. Al no existir esta masa protectora las probabilidades de nuevos incendios serán mayores.

Vía: https://ecoosfera.com/

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