Una investigación ha destacado que el cambio climático, producido en enorme medida por la actividad humana, está alterando la distribución de ciclones tropicales en el mundo. También ha señalado que es posible que su número se reduzca para el 2100, aunque no su intensidad.
Muchos expertos apuntan que los efectos del cambio climático, sobre todo el aumento de temperatura, incrementarán la intensidad de los ciclones tropicales. Sin embargo, todavía sigue siendo un misterio si la cantidad de estos fenómenos se verá afectada o no a raíz de la crisis climática.
En este sentido, una investigación de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos arroja nuevos datos al respecto y afirma que, si bien el número de ciclones tropicales ha rondado durante las últimas cuatro décadas alrededor de 86, estos fenómenos extremos han variado en su distribución.
“Mostramos por primera vez que este patrón geográfico observado no puede explicarse solo por la variabilidad natural”, ha comentado Hiroyuki Murakami, investigador climático de la NOAA y autor principal del estudio.
Para poder llegar a esa conclusión, el equipo de científicos estudió los datos sobre la distribución global de los ciclones tropicales desde 1980 hasta 2018 para después comprobar en qué medida, a través de modelos climáticos, los gases de efectos invernadero, producidos por el hombre o por volcanes, han influido en la creación de nuevos ciclones.
Gracias a esos datos, descubrieron que solo las simulaciones en las que se incluyeron las influencias humanas podían reproducir con mayor exactitud los mapas de distribución actuales de ciclones en los trópicos.
Además, también hallaron que el incremento de gases de efecto invernadero estaba impulsando un aumento en el número de ciclones en el Océano Pacífico central, que rodea a Japón y las Islas Marshall. Por el contrario, observaron una disminución en el Atlántico Norte debido, posiblemente, a las medidas de mitigación que han reducido la cantidad de gases en esas zonas.
“La disminución de estos gases es una de las razones por las que los ciclones del Atlántico Norte han disminuido durante los últimos 40 años. Es posible que para finales de siglo continúe esta esta tendencia”, ha señalado Hiroyuki Murakami.
Cabe señalar que no solo la actividad humana ha alterado la distribución de los ciclones tropicales. Por ejemplo, las grandes erupciones volcánicas en El Chichón en México en 1982 y Pinatubo en Filipinas en 1991 causaron que la atmósfera del hemisferio norte se enfriara, lo que desplazó la actividad de los ciclones hasta comienzos del nuevo siglo.
Huracán, tifón y ciclón
Los huracanes son las tormentas más grandes y violentas de la Tierra. Depende del lugar en el que se producen, las personas reconocen estos fenómenos como tifones o ciclones. No obstante, el término científico para todos ellos es “ciclón tropical”.
Sólo los ciclones tropicales que se forman sobre el Océano Atlántico y el Océano Pacífico oriental se llaman “huracanes”, mientras que aquellos que se originan en el noroeste del Pacífico se conocen como “tifones”, advierte la NASA.
El futuro de los huracanes
Utilizando esos mismos datos para establecer una proyección futura, el grupo de científicos ha destacado que el número de ciclones tropicales descienda para el 2100, aunque no lo hará en la misma medida la intensidad de ellos, que aumentará.
“Es probable que los huracanes disminuyan en os trópicos de 86 a 69. Proyectamos disminuciones en la mayoría de las regiones, excepto en el Pacífico Central, incluido Hawai, donde se espera que aumente la actividad de estos fenómenos extremos.
“Esperamos que esta investigación proporcione información para ayudar a los tomadores de decisiones a comprender las fuerzas que impulsan los patrones de ciclones tropicales y hacer planes en consecuencia para proteger vidas e infraestructuras“, ha concluido Hiroyuki Murakami.
Vía: .elagoradiario