Las abejas azules que asombran a los científicos

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La abeja de por sí es un insecto asombroso, pero sabías que hay una especie de color azul? Sí, en Australia se ha descubierto recientemente una nueva especie nativa.

A diferencia de otras abejas que viven en colonias como Apis melífera, ellas son abejas solitarias. Miden entre 10 mm a 12 mm. Es fácil distinguir a los sexos, ya que los machos tienen cinco rayas azules y las hembras solo cuatro.

Aunque no produce miel la hermosa abeja azul es muy importantes para el ecosistema australiano, ya que muchas plantas dependen de su polinización.

El nombre científico de esta nueva especie de abeja azul es Amegilla cingulata. Y se caracteriza además de por su bello color, por tener hábitos solitarios.

Duermen en pequeñas grietas en la tierra o en rocas. Las hembras construyen su propio nido, que generalmente se excava en ladrillos de barro blando o arenisca.

Además de las bandas azules características, tienen una exuberante pelusa blanca, enormes ojos verdes y alas de color bronceadas.

Las abejas azules están distribuidas por toda Australia, salvo en Tasmania, y se ven más atraídas por las flores azules y violetas de las plantas nativas que sacuden para obtener su polen con la técnica conocida como “polinización por zumbido”.

Otra característica es que poseen aguijones, pero no son agresivas y viven tan solo unos 40 días.

Pero lo más significativo es que no producen miel.

Las Flores son las orejas de las plantas y las abejas: https://nuestroclima.com/flores-las-orejas-de-las-plantas-y-las-abejas/

Sonicación

En estas flores el polen se encuentra alojado en las anteras (estructuras masculinas de las flores) y sale por un poro que se encuentra en la punta, como si se tratase de un tubo, y dado que el acceso al polen queda muy restringido.

La abejas azul de Australia ha evolucionado una estrategia para liberar el polen mediante agitaciones o vibraciones vigorosas de las anteras.

Este proceso se llama sonicación y comienza cuando una abeja aterriza en una flor, posteriormente encorva el abdomen alrededor de las anteras mientras se sostiene con sus mandíbulas.

Luego la abeja azul contrae rápidamente sus músculos torácicos (los mismos músculos utilizados para el vuelo). Las vibraciones resultantes se transmiten a la antera a través de la cabeza, las mandíbulas y el lado ventral del abdomen de la abeja. 

Vía: https://www.ecoportal.net/

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