La ‘lluvia fantasma’ o virga llama la atención de muchos. Conoce más sobre este curioso fenómeno meteorológico.
La meteorología es un mundo sorprendente, sus numerosos fenómenos hacen que nos quedemos boquiabiertos. Mucho de ellos no los hemos visto nunca, y otros desaparecen antes de llegar al suelo. Como es el caso de la virga, una increíble lluvia que desaparece antes de caer a nuestros pies.
Llamamos virga a la precipitación que cae de una nube, pero que no llega a tocar el suelo porque se evapora. En la imágenes, podemos observar una cortina perfectamente delimitada de precipitación, que cae de una masa de nubes, seguramente situada a más de 3.000 metros.
Esta lluvia, a medida que va cayendo se va evaporando, ya que no es muy intensa. La situación que había en esos momentos en las capas más próximas a la superficie era de baja humedad, lo cual facilita la evaporación de la precipitación. Quizá lleguen a tocar el suelo algunas gotitas, pero muy poca cosa.
Otro ejemplo de virgaes es la producida por las tormentas secas. Son cumulonimbos o nubes de tormenta, pero con la base a mucha altura (entre 3.500 y 4.000 metros). Lo que sucede es que cae la precipitación, pero esta se evapora antes de llegar al suelo. Estas tormentas son francamente peligrosas porque, pese a no dar lluvia, sí que pueden originar rayos, con lo que el riesgo de un incendio forestal es muy elevado. ¡Cuántas veces hemos visto iniciarse un fuego en un bosque por la caída de un rayo y la misma tormenta se ha encargado de sofocarlo con un chaparrón posterior!
También las nubes más altas, los cirros, especialmente si estos son lo bastante espesos, pueden causar la caída de los pequeños cristales de hielo de que están formados. Desde la superficie se ven como penachos o colas de caballo y si se forman a la salida o puesta del sol; la imagen puede ser preciosa, con unos colores iridiscentes y tonalidades anaranjadas, violetas o rojizas.
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