Argentina es un gran laboratorio solar, en el cual se destacan varias regiones como ricas en energía limpia. Pero en el país se destaca dos áreas puntuales.
Una de las grandes ventajas de la energía solar fotovoltaica es que nace del recurso de energía renovable más abundante en el planeta, el sol. Para poner esto en contexto, se estima que hay 10 mil veces más energía solar que la demanda global anual de combustibles fósiles.
Otra ventaja importante de la energía solar en Argentina es que puede descentralizar la generación de electricidad mediante el establecimiento de sitios de producción más pequeños. Esto beneficia a las comunidades en zonas rurales que no cuentan con acceso a la red de distribución eléctrica. Allí puede proveer energía para hogares, escuelas, centros de atención primaria de salud, entre otros.
En la Argentina, los parajes puneños de San Juan de Quillaques, El Toro y Catua serán considerados a partir de diciembre nuevos “pueblos solares” en la provincia de Jujuy, debido a que contarán con provisión de energías renovables a través de una planta fotovoltaica.
Estas localidades se enclavan en la zona sur de la puna jujeña, en el departamento de Susques, donde tras la finalización de las pruebas de rigor de piezas fotovoltaicas, se avanza en el aprovechamiento de la producción de energía limpia.
Los “pueblos solares” se denominan de esta forma debido a que permiten dejar de lado el uso de energía eléctrica aportado principalmente por grupos electrógenos y garantizar la provisión del servicio las 24 horas.
El secretario de Energía de Jujuy, Mario Pizarro, recordó que en 2016 comenzó “una primera etapa de pueblos solares con cinco que ya están en funcionamiento y en 2019 nos comprometimos a llevar adelante cinco pueblos solares más”.
El futuro de los pueblos solares
El proceso para la transformación de los próximos pueblos solares El Toro, Catua y San Juan de Quillaques implicó, entre otras acciones, la ejecución de obras preliminares, de la prueba de equipos de almacenamiento y el despliegue de la obra civil para la instalación de cercados, paneles solares, contenedores y más.
“En estos días estuvimos realizando las pruebas”, contó Pizarro, y continuó: “la semana pasada estuvimos recorriendo el lugar y creemos que antes del 10 de diciembre estaremos apagando los grupos electrógenos de estos pueblos, quedando con un servicio garantizado las 24 horas y alumbrado público y domiciliario mediante energía limpia“, detalló el funcionario.
Otros futuros pueblos solares, como Santa Ana y Caspalá, registran demoras porque los equipos se encuentran aún bajo tramite aduanero, precisó Pizarro.
Estas obras se enmarcan en el Proyecto de Energías Renovables en Mercados Rurales (PERMER) y financiados por el Banco Mundial, a través del Ministerio de Infraestructura, Servicios Públicos, Tierra y Vivienda (MISPTyV).
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