Connecticut enfrenta graves inundaciones tras intensas lluvias que provocaron acumulaciones de hasta 25 centímetros de agua en algunas áreas. Las inundaciones han causado muertes, cortes de energía, interrupciones en el servicio ferroviario y daños significativos en la infraestructura. Las ciudades de Oxford y Southbury, entre las más afectadas, han registrado niveles de agua extremadamente altos, en un evento calificado como raro por la NOAA.
Después de varios días de condiciones meteorológicas inestables, el frente frío que atravesó el este de EE.UU. finalmente ha despejado la mayor parte de la región costera, con excepción de la costa de Maine, donde todavía podrían ocurrir algunos chubascos esta mañana, según informó el NWS.
Las intensas lluvias del domingo y la madrugada del lunes causaron graves inundaciones en diversas áreas del noreste del país. En Connecticut, se emitieron alertas para los condados de Fairfield, New Haven, Litchfield y Hartford. A pesar de los esfuerzos de rescate, al menos dos personas han fallecido debido a las inundaciones, según reportes de The [Fuente]. Además, el mal tiempo provocó apagones extensos, interrupciones en el servicio ferroviario, el cierre de varios parques estatales y daños significativos en la infraestructura. Las ciudades de Oxford y Southbury, en el condado de New Haven, fueron de las más afectadas, con acumulaciones de agua de hasta 24 centímetros. En Monroe, en Fairfield, la acumulación llegó a 25 centímetros.
En el oeste de Connecticut, se registraron entre 10 y 15 centímetros de precipitaciones en solo tres horas, un evento que, según el meteorólogo Craig Ceecee en su cuenta de X (anteriormente Twitter), ocurre aproximadamente una vez cada mil años, según cálculos de la NOAA.