Una tormenta de arena es un ventarrón que causa que una gran cantidad de partículas de arena se mueva por el aire a gran velocidad, estos fenómenos son realmente increíbles, sobre todo teniendo una perspectivas de estos desde arriba.
Estos flujos de polvo de larga distancia son altamente estacionales y pueden variar significativamente de un año a otro. Pero la mayor parte del polvo proviene de desiertos y semidesiertos. Existe un área particularmente polvorienta conocida como el Cinturón de Polvo, que se extiende desde el Sahara, pasando por el Medio Oriente, hasta los desiertos del centro y noreste de Asia.
Las fuentes de polvo más grandes del planeta se encuentran en el Sahara. Gran parte del polvo sahariano es transportado hacia el suroeste por el viento Harmattan, que prevalece entre noviembre y abril. Este polvo tiene efectos marcados en el Atlántico Norte y el mar Caribe, pero también impacta en el mar Mediterráneo y el mar Rojo.
Vistas desde el espacio, estas murallas de tierra y arena, dejan al descubierto que pueden abarcar grandes extensiones, cubrirlo todo con una fina capa. En caso de que te encuentres en el trayecto de una de estas, te recomiendo cerrar puertas y ventanas.
Las tormentas de arena recogen arena de una región y las depositan en diferentes regiones; pueden reducir la visibilidad, lo que hace difícil viajar. También pueden enterrar caminos, cubrir plantas y matarlas, así como re ubicar dunas de arena. Las tormentas de arena, como otros tipos de tormentas, requieren de las condiciones adecuadas para formarse.
Aunque la mayoría de las tormentas de arena ocurren en la península de Sahara y de Arabia, pueden ocurrir en cualquier lugar donde haya clima seco y suelo arenoso. Incluso pueden ocurrir en áreas que normalmente no son secas si hay clima seco. Las áreas que comúnmente experimentan tormentas de arena incluyen Afganistán, China, Egipto y Siria.
El polvo suspendido por las tormentas puede trasladarse miles de kilómetros, llegando a cruzar el Pacífico (desde Asia a Norteamérica) o el Atlántico (desde África a Centroamérica), como puedes observar en estas imágenes de la NASA.
Efectos en la salud humana
El polvo en suspensión en el aire constituye un grave riesgo para la salud humana. El tamaño de las partículas de polvo es clave al determinar el potencial peligro para la salud. Las partículas de un tamaño superior a 10 ?m no se pueden respirar y dañan solo los órganos externos (causan principalmente irritación en la piel y los ojos, conjuntivitis y mayor susceptibilidad a las infecciones oculares). Las partículas que se pueden inhalar, aquellas con un tamaño inferior a 10 ?m, en general quedan atrapadas en la nariz, boca y la parte superior del tracto respiratorio y se pueden asociar a trastornos respiratorios como el asma, la traqueítis, la neumonía, la rinitis alérgica y la silicosis. Sin embargo, partículas más pequeñas pueden penetrar hacia la parte inferior del tracto respiratorio e ingresar al torrente sanguíneo, desde donde pueden afectar todos los órganos internos y causar trastornos cardiovasculares.
Vía: ehowenespanol