Informes revelan que todas las aves aprovecharon el viento y la elevación para reducir los costos de energía durante el vuelo, incluso ajustando sus rutas migratorias para beneficiarse de las mejores condiciones atmosféricas.
Cerca de 4000 especies de aves de todo el mundo realizan migraciones, lo que representa un 40% del total. Dentro de este grupo, existen migradores de corta distancia (recorren aproximadamente 2.000 km en cada viaje), que pueden abandonar su lugar de origen en invierno, principalmente en zonas montañosas, para buscar mejores climas y recursos en zonas de más baja altura y menos frías. A estas especies se las llama migradores invernales, ya que solo las podemos ver en otoño-invierno. Otras aves se desplazan largas distancias y recorren miles de kilómetros (más de 10.000 km) sorteando toda clase de barreras físicas, ecológicas o meteorológicas.
A ellos se las llaman migradores estivales, ya que solo la podemos ver en primavera- verano. Estas son las migraciones mejor conocidas y sin duda las más espectaculares en cuanto a sus dimensiones geográficas, ya que se dan entre localidades de distintos continentes. Si bien la migración es un proceso común que se da en la naturaleza, no todas las aves son migratorias.
Muchas permanecen en el mismo lugar durante todas las estaciones, ya que se encuentran bien adaptadas a alimentarse de diferentes tipos de recursos a lo largo del año, por lo que las podemos observar en cualquier momento. Estas aves se las llama residentes.
Usando tecnología de rastreo GPS, el equipo monitoreó la migración global de cinco especies de grandes aves terrestres que completan largas travesías marítimas.
Lo que descubrieron es que todas las aves aprovecharon el viento y la elevación para reducir los costos de energía durante el vuelo, incluso ajustando sus rutas migratorias para beneficiarse de las mejores condiciones atmosféricas. Este es el estudio de mayor alcance sobre el comportamiento del cruce del mar hasta el momento y revela el importante papel de la atmósfera para facilitar la migración sobre el mar abierto de muchas aves terrestres.
Volar sobre mar abierto puede ser peligroso para las aves terrestres. A diferencia de las aves marinas, las aves terrestres no pueden descansar ni alimentarse del agua, por lo que las travesías marítimas deben realizarse como vuelos sin escalas. Durante siglos, los observadores de aves asumieron que las grandes aves terrestres solo lograban travesías cortas por mar de menos de 100 kilómetros y evitaban por completo volar sobre el océano abierto.
Sin embargo, los avances en la tecnología de rastreo por GPS han anulado esa suposición. Los datos obtenidos mediante la instalación de pequeños dispositivos de rastreo en aves silvestres han demostrado que muchas aves terrestres vuelan cientos o incluso miles de kilómetros sobre el mar abierto y los océanos como parte regular de su migración.
Sin embargo, los científicos aún están desentrañando cómo las aves terrestres pueden lograr esto. El aleteo es una actividad energéticamente costosa, y tratar de mantener un vuelo de aleteo sin escalas durante cientos de kilómetros no sería posible para las aves terrestres grandes y pesadas. Algunos estudios han sugerido que las aves realizan estos viajes utilizando el viento de cola, un viento horizontal que sopla en la dirección de vuelo de las aves, lo que les ayuda a ahorrar energía. Más recientemente, un estudio reveló que una sola especie, el águila pescadora, utilizó las térmicas del aire ascendente conocidas como «elevación» para volar sobre el mar abierto.
El estudio
Se ha examinado el comportamiento de cruzar el mar de 65 aves de cinco especies para obtener la información más amplia hasta ahora sobre cómo las aves terrestres sobreviven a vuelos largos sobre el mar abierto. Los investigadores analizaron 112 trayectorias de cruce del mar, recopiladas durante nueve años, con información atmosférica global para identificar los criterios que utilizan las aves para seleccionar sus rutas de migración sobre el mar abierto. Una gran colaboración internacional de científicos compartió sus datos de seguimiento para hacer posible este estudio.
Los hallazgos no solo confirman el papel del viento de cola para facilitar el comportamiento de cruce del mar, sino que también revelan el uso generalizado de la elevación para ahorrar energía durante estos vuelos sin escalas. La elevación adecuada significa menos resistencia, lo que hace que la travesía por mar sea menos exigente en términos energéticos.
«Hasta hace poco, se suponía que la elevación era débil o ausente sobre la superficie del mar. Demostramos que ese no es el caso«, dice el primer autor Elham Nourani, becario postdoctoral DAAD PRIME en el Departamento de Biología de la Universidad de Konstanz, quien lo hizo el trabajo cuando estaba en el Instituto Max Planck de Comportamiento Animal.
«En cambio, encontramos que las aves migratorias ajustan sus rutas de vuelo para beneficiarse de las mejores condiciones de viento y elevación cuando vuelan sobre el mar. Esto les ayuda a mantener el vuelo durante cientos de kilómetros«, dice Nourani.
El buitre oriental, por ejemplo, vuela 700 kilómetros sobre el Mar de China Oriental durante su migración anual desde Japón al sureste de Asia. La travesía marítima sin escalas de aproximadamente 18 horas se realiza en otoño, cuando las condiciones de movimiento del aire son óptimas. «Al hacer uso de la elevación, estas aves pueden elevarse hasta un kilómetro sobre la superficie del mar«, dice Nourani.
El estudio también plantea la cuestión de cómo se verá afectada la migración por un clima cambiante. «Nuestros hallazgos muestran que muchas aves terrestres dependen del apoyo atmosférico para completar sus migraciones sobre el mar abierto, lo que indica su vulnerabilidad a cualquier cambio en los patrones de circulación atmosférica de la Tierra«, agrega Nourani.
«Los estudios colaborativos como este son importantes para desentrañar patrones generales sobre cómo las aves migratorias dependen de los patrones climáticos. Esto permite que los estudios futuros hagan predicciones sólidas sobre cómo estas aves se verán afectadas por el cambio climático«.