Inti Raymi: el solsticio de invierno en la Puna argentina

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Para la gente de Pune a una altitud de más de 2500 metros, esta fecha es muy especial porque marca el comienzo de un nuevo año solar.

Comunidades Indígenas de Jujuy se congregaron en los considerados sitios sagrados de cada región para recibir el primer solsticio de invierno, vínculo energético conocido como el Inti Raymi (Fiesta del Sol) que da lugar a un nuevo ciclo natural en el mundo andino.

La noche del 20 de junio en el hemisferio sur es la noche más larga del año. El solsticio de invierno se celebra de muchas maneras, y hoy veremos el Inti Raymi en Pune.

La celebración del Inti Raymi se realiza en todo el corazón andino de América, en algunos lugares con gran despliegue y pompa, a la vieja usanza cuando el Inca gobernante era quien dirigía el ritual del solsticio de invierno.

En el territorio del antiguo Imperio Inca, esta tradición se ha mantenido durante siglos. En la sierra de los Andes americanos, celebrando la Pachamama en una noche corta y sumamente difícil, reuniendo el entusiasmo de los vecinos del pueblo y de los curiosos que han venido a presenciarla en grupos.

Las celebraciones y sacrificios comienzan a esperar al Tata Inti (Padre del Sol) como Inti Raymi (Sun ) en una ceremonia conocida. Sección).

Pasada la medianoche, la gente se va reuniendo en el lugar seleccionado para la vigilia, en espera a la llegada de los primeros rayos del sol. Este sitio está justo sobre del Trópico de Capricornio, cerca de Huacalera, un pueblito ubicado a 2.600 metros de altura y a 100 kilómetros de la ciudad de San Salvador de Jujuy. Pero la misma ceremonia se repite en cada rincón andino.

Detrás del monolito que señala la linea imaginaria del Trópico, fogatas, carpas y pequeños reductos de gente, se preparan para pasar la noche más larga del año y hacerle frente a un frío que penetra en todo el cuerpo, con ofrendas, bebidas, charlas en quechua y rituales milenarios.

Llegado el momento, el encargado de llevar el ritual se prepara para abrir la tierra en el sitio específico en el que se concentrarán las ofrendas y el sacrificio de una llama y su corazón al Tata Inti. Hace un pozo pequeño en la tierra, lo decoraba con serpentinas de colores y papel picado de colores.

Las ofrendas a la tierra, que consisten en chicha, bebidas alcohólicas, cigarrillos y lo que la tierra provee, se realizan entre coloridos bailes, agradecimientos y perdones de los que se acercan, se arrodillan y la veneran.

Se ofrece también el sacrificio de una llama adornada con guirnaldas y colores vivos. La sangre del animal es alimento de la tierra y una mujer toma el corazón de la llama, literalmente, lo eleva al cielo y lo ofrece a la Pachamama.

Con la mirada fija en la cima del Cerro La Huerta, los presentes elevan las manos y esperan que los primeros rayos de sol asomen. El frío es extremo, pero los asistentes lo soportan confiando en los buenos augurios que trerá el sol para el nuevo año agrícola.

Vía: https://www.diariodelviajero.com/

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