Recientes informes afirman que la temporada de incendios es cada vez más larga, los incendios son cada vez más grandes y arden con más intensidad que nunca. ¿Por qué razón?.
Muchos factores, como la mala gestión del suelo, influyen en los incendios forestales, pero el cambio climático los hace más frecuentes e intensos.
Para que exista un incendio forestal se necesita una combinación de tiempo seco, algo que quemar (el combustible) y una chispa que haga nacer las llamas. Según los investigadores, el tiempo es el mayor eje impulsor de los incendios forestales y también el más variable, ya que las temperaturas, la humedad, la lluvia y la intensidad del viento afectan a la velocidad y fuerza de propagación de los incendios. Los peores fuegos se dan bajo condiciones cálidas, secas y con fuerte viento.
En el estudio se califica al fenómeno como una crisis mundial de incendios forestales y proyecta que esos desastres aumentarán un 30% para 2050 y más de un 50% para fin de siglo. Los más de 50 científicos de todo el mundo que elaboraron el informe citan el calentamiento global, las sequías y los cambios de uso de la tierra como causantes de esta amenaza de desastre generada por la actividad humana.
Seguir leyendo: ¿Cómo se refugian los animales en los incendios?:
De acuerdo con las previsiones del análisis, ningún rincón del planeta estará a salvo de los incendios forestales, que podrían afectar incluso al Ártico y otras regiones que no corrían ese riesgo.
Para enfrentar ese peligro, los autores de la investigación pugnan por un cambio radical en las estrategias de los gobiernos, llamándolos a basarlas en la prevención, la preparación y la asignación adecuada de los presupuestos. “Debemos minimizar el riesgo de incendios forestales con mejor preparación: tenemos que invertir más en la reducción del riesgo de incendios, trabajar con las comunidades locales y fortalecer el compromiso global para combatir el cambio climático”, dijo la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen.
El estudio destaca que los incendios forestales afectan de manera desproporcionada a los países más pobres del mundo, con impactos que se prolongan mucho tiempo después de que el fuego se apaga, impidiendo su progreso hacia el desarrollo sostenible y agudizando las desigualdades sociales.
Los costos de la reconstrucción tras los incendios a menudo están fuera del alcance de los países de renta baja, recalca el documento. Además, el humo de los incendios forestales afecta directamente la salud de las personas, causando impactos respiratorios y cardiovasculares.
Puedes leer: La capa de ozono colapsa por el humo de los incendios forestales:
En cuanto a la naturaleza, los incendios forestales arrasan con la vida silvestre y los hábitats naturales, y han colocado a algunas especies de animales y plantas más cerca de la extinción. Se estima, por ejemplo, que los incendios forestales de 2020 en Australia acabaron con miles de millones de animales domésticos y salvajes.
Nuevos informes apuntan al cambio climatico
Las consecuencias del cambio climático son devastadoras, y las estamos viendo en todo el planeta. Ahora, una nueva investigación analiza cómo el riesgo de que se produzcan incendios forestales está incrementándose a nivel mundial por la crisis climática, pero también por la actividad humana y las políticas impuestas.
El estudio, realizado por un equipo internacional de investigadores dirigido por la Universidad de East Anglia (UEA, por sus siglas en inglés) en el Reino Unido, muestra que el cambio climático antropogénico es un factor de empuje que aumenta este riesgo, con sus terribles consecuencias medioambientales.
¿Cómo ha aumentado el riesgo de incendios forestales?
Los modelos climáticos sugieren que en algunas zonas del planeta, como la Amazonía o el Mediterráneo, la frecuencia de los incendios en el periodo moderno «no tiene precedentes en comparación con el clima histórico reciente, debido al calentamiento global inducido por el hombre de alrededor de 1,1 °C», explican en un comunicado emitido por la Universidad de East Anglia.
Estos mismos modelos también revelan que la probabilidad de que se produzcan graves incendios forestales en el oeste de Estados Unidos, Australia y Canadá es «significativamente mayor» en la etapa reciente. Lo más grave es que «este será el caso en prácticamente todas las regiones del mundo si las temperaturas globales alcanzan 2-3?°C de calentamiento según la trayectoria actual», advierten.
El estudio analiza la relación entre la frecuencia de incendios en el pasado, presente y futuro, con la variedad de controles sobre la actividad de estos incendios, como el clima o el uso de la tierra.
Los resultados del estudio demuestran que la duración de la temporada anual de incendios ha aumentado en 14 días por año en el periodo comprendido entre 1979 y 2019. Por otro lado, el clima de incendios también ha crecido exponencialmente en la mayoría de zonas del planeta desde la década de 1980.
Si el calentamiento del planeta aumenta a 2°C, el riesgo elevado de incendios forestales catastróficos también ocurrirá en los bosques boreales de Siberia, Canadá y Alaska y en los bosques templados del oeste de EE. UU.
¿Cómo influye la actividad humana?
«Los incendios forestales pueden tener impactos perjudiciales masivos en la sociedad, la economía, la salud humana y los medios de subsistencia, la biodiversidad y el almacenamiento de carbono. Estos impactos generalmente se magnifican en el caso de los incendios forestales», explica el autor principal, el doctor Matthew Jones, del Centro Tyndall para la Investigación del Cambio Climático en la UEA.
Los investigadores destacan que la actividad humana tiene efectos regionales importantes en la frecuencia de incendios forestales en un mundo en calentamiento constante. «Por ejemplo, han aumentado la ignición de incendios y reducido la resiliencia natural de algunos ecosistemas al fuego, sobre todo en las principales zonas de deforestación tropical de la Amazonía e Indonesia».
Sin embargo, los seres humanos también han sido capaces de reducir la propagación de incendios forestales mediante en zonas propensas «al convertir la tierra en agricultura y fragmentar la vegetación natural». Un hecho que se ha podido ver en pastizales de la sabana en África, Brasil y en el norte de Australia.
FUENTE: http://Noticias de Naciones Unidas
Vía: https://www.tiempo.com/ http://20minutos