Los pavimentos fríos reflejan la radiación solar, enfriando así su entorno, según las mediciones efectuadas donde ya se han realizado experimentos.
El pavimento impermeable hecho de hormigón o asfalto cubre más del 30 por ciento de la mayoría de las áreas urbanas y puede superar los 50-60 ºC en el verano. Calienta el aire, presenta riesgos para la salud humana y la escorrentía superficial, amenazando la vida acuática.
En ciudades con 1 millón o más personas, la temperatura promedio del aire puede ser de 1-3 ºC más alta que en áreas menos densamente pobladas. La diferencia puede ser mayor por las noches.
El calor puede aumentar la demanda máxima de energía en el verano, los costos del aire acondicionado, la contaminación del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero, las enfermedades y muertes relacionadas con el calor y la contaminación del agua, según la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU.
Ya está siendo probado en ciudades como Phoenix (Arizona) y han conseguido reducir la temperatura de la ciudad en 2,1 ºC y en Boston (Massachusetts), donde donde desde el MIT han observado que el asfalto frío ha conseguido rebajar la temperatura 1,7 ºC.
En esta prueba piloto que se está realizando en las ciudades estadounidenses, se consigue enfriar el asfalto añadiéndole una capa superior. Se trata de un tratamiento asfáltico elaborado con asfalto, agua, un agente emulsionante (jabón), cargas minerales, polímeros y materiales reciclados. No contiene productos químicos nocivos y es compatible con el asfalto tradicional.

Las ciudades de todo el mundo continúan calentándose y no es solo por un clima cambiante. Grandes volúmenes de hormigón construidos en grandes bloques de edificios atrapan el calor generado por el sol, al que el tráfico intenso en las carreteras agrega aún más calor.
Este fenómeno se conoce como el efecto isla de calor urbano y es una preocupación creciente a medida que la temperatura del aire sigue aumentando, lo que puede hacer que la vida en las ciudades sea mucho menos agradable durante los meses más cálidos.
Una solución destinada a mitigar el efecto del calor de la isla consiste en reemplazar los pavimentos tradicionales por “pavimentos fríos”. Los beneficios de hacerlo podrían ser considerables, ha descubierto un equipo de expertos del Centro de Sostenibilidad del Concreto (CSHub) del Instituto de Tecnología de Massachusetts.
Los pavimentos fríos reflejan la radiación solar, enfriando así su entorno entre 1,7 grados Celsius y 2,1 grados C, según las mediciones realizadas en Boston y Phoenix, donde ya se han realizado experimentos con pavimentos fríos, según los investigadores del MIT.

Pavimento frío se basa en el Efecto Albedo
La tecnología aprovecha un fenómeno conocido como albedo por el cual las superficies más oscuras se calientan más al sol que las más claras. Los materiales de pavimentación de uso común, como el asfalto, tienen un albedo bajo, lo que significa que absorben más radiación y emiten más calor. Los pavimentos fríos, por otro lado, están construidos con materiales más brillantes que reflejan más del triple de radiación y emiten mucho menos calor en el proceso.
Como beneficio adicional, estas superficies podrían ayudar a mitigar el cambio climático al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de las ciudades, según los investigadores.
“Por un lado, al bajar las temperaturas, los pavimentos fríos pueden reducir la necesidad de aire acondicionado [aire acondicionado] en el verano mientras aumentan la demanda de calefacción en el invierno”, dice Hessam AzariJafari, investigador de CSHub del MIT. “Por el contrario, al reflejar la luz, llamada radiación incidente, en los edificios cercanos, los pavimentos fríos pueden calentar las estructuras, lo que puede aumentar el uso de aire acondicionado en el verano y reducir la demanda de calefacción en el invierno”, agrega.
“Es más, los efectos del albedo son solo una parte de los impactos del ciclo de vida general de un pavimento frío. De hecho, los impactos de la construcción y la extracción de materiales (a los que se hace referencia en conjunto como impactos incorporados) y el uso del pavimento dominan el ciclo de vida”, escriben los científicos.
“El principal impacto en la fase de uso de un pavimento, además de los efectos del albedo, es el consumo excesivo de combustible: los pavimentos con superficies lisas y estructuras rígidas provocan un menor consumo excesivo de combustible en los vehículos que circulan sobre ellos”, añaden.

Vía: https://www.ecoportal.net/