¿Qué ocurre dentro del ojo de un huracán?

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El diámetro típico del ojo es de unos 40 kilómetros, aunque existe un amplio rango de tamaños; desde ojos que han llegado a superar los 300 kilómetros de diámetro.

En nuestras conversaciones cotidianas, decimos que una persona está en el ojo del huracán cuando gira en torno a ella una polémica, debate o situación conflictiva. En los ciclones tropicales, el ojo es la zona de relativa calma y cielos poco nubosos o despejados, en torno a la cuál giran las nubes que conforman la gigantesca estructura ciclónica. Este singular y llamativo orificio es una de las principales señas de identidad de los  peligrosos huracanes.

Nada. Curiosamente, es un sector de tranquilidad atmosférica, donde no hay nubes, ni lluvias, ni vientos veloces. Pero es la parte central de un ciclón tropical en su estado de madurez, con un diámetro de unos 30 o 35 km. Los científicos no se ponen de acuerdo sobre por qué se forman.

Unos señalan que es un área de equilibrio de movimiento rodeada de “torreones” de grandes cumulonimbos (nubes) que giran alrededor ciclónicamente. Otros creen que es consecuencia de un descenso de aire de la estratosfera (más de 25 km de altitud) que se canaliza por el centro del huracán hacia el suelo.

El ojo de un ciclón tropical es algo así como la ‘huella digital’ del sistema, nos dice muchas cosas sobre los procesos que ocurren en el ciclón en ese momento. Los meteorólogos usan esa información como herramienta para analizar el ciclón tropical y pronosticar así la evolución de la tormenta en las horas siguientes.

Cuando hablamos del «ojo del sistema ciclónico» nos referimos a ese centro libre de nubes y con aparente calma, tanto de los huracanes, como de los ciclones tropicales y los tifones; dado que se trata del mismo fenómeno solo que desarrollado en distintas cuencas.

Las observaciones en tiempo real (imágenes satelitales, y datos de los aviones «cazahuracanes”), pueden mejorar los pronósticos de los ciclones, explican desde la División de Investigación de Huracanes (AOML), de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los EE.UU. (NOAA).

¿Qué es el “ojo del ciclón tropical”?

Es una región con simetría prácticamente circular, que se encuentra en el centro de un ciclón tropical fuerte. En él se deja entrever cielo despejado, y justo en el eje de simetría los vientos son leves. Puede medir de 8 a 200 km de diámetro, aunque la mayoría son típicamente de entre 30-60 km (Weatherford y Gray 1988).

Allí se registra la presión más baja a nivel de la superficie, y en la tropósfera media se dan las temperaturas más altas. La temperatura en el ojo a 12km de altura, puede exceder en 10°C al ambiente de la periferia de la tormenta (Hawkins y Rubsam 1968), por calentamiento por compresión del aire descendente, explica la NOAA.

El mecanismo exacto que genera el ojo es todavía un tema de debate entre científicos. Una explicación posible es que el ojo es el resultado de un gradiente de presión vertical, asociado con el debilitamiento y dispersión radial del viento tangencial con la altura (Smith 1980). Otra hipótesis propone que, el ojo se forma cuando el calor latente es liberado en la pared forzando el flujo descendente del ojo (Shapiro y Willoughby 1982).

Formación del ojo

La convección está organizada en bandas de lluvia (angostas y alargadas), paralelas al viento horizontal, con una configuración espiralada hacia el centro del sistema ciclónico (por la fuerza de Coriolis debida a la rotación terrestre. En esas bandas la convergencia del viento se maximiza en los niveles más bajos, resultando flujo divergente en los niveles superiores de la tormenta. Entonces, la circulación resulta de la convergencia de aire cálido y húmedo en la superficie (que asciende por las bandas), luego diverge en lo alto y desciende (a ambos lados de la banda de lluvia).

Con información de: https://www.quo.es/ https://www.meteored.com.ar/

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