Una de las curiosas formas de nubosidad asociadas a los altocúmulos lenticulares, se conoce con el nombre de “nube en capuchón” a una nube estacionaria situada sobre la cima de un pico aislado, ocupando tanto la parte de barlovento como la de sotavento de la misma, lo cual la distingue de las nubes en banderola que se verán en el próximo apartado.
A menudo, los “capuchones” tienen su base por debajo de la cima de la montaña sobre la que aparecen, por lo que están en contacto con la misma. Se forman por la condensación del vapor de agua del aire que asciende por la ladera de barlovento del pico, y están asociadas a ondas de montaña, por lo cual para su aparición son necesarios un flujo laminar, una atmósfera estable y un viento moderado a fuerte.
Existe cierta semejanza entre las nubes en capuchón y las anejas de tipo pileus, pues, ambos tipos de nubes se generan por la interacción entre un flujo horizontal y un obstáculo. La diferencia estriba en que en el caso de los pileus el obstáculo es la corriente vertical ascendente que sostiene una nube convectiva, por lo que se forman sobre cúmulos congestus o cumulonimbos, mientras que en el de las nubes en capuchón el obstáculo es una montaña.
Cuando la nube en capuchón se sitúa, no sobre un pico aislado, sino sobre una cresta montañosa o ligeramente por encima o a sotavento de ella, adopta un aspecto más alargado, siguiendo el perfil del cordal montañoso, recibiendo entonces el nombre de “nube de cresta”.(tiempo.com/ram)
Fotografías: James Two Crows, Dustin Penman, Chris Garvey, Matthew Woodget, stacy davis-osterman