Así funciona el proyecto de marcado de tiburones en Argentina

La base de este proyecto de ciencia ciudadana es la alianza entre científicos y pescadores recreativos con un mismo objetivo: promover la pesca con devolución de tiburones incluyendo el marcado biológico de los individuos.

Tras varios largos años de trabajo de concientización en revistas y programas especializados el pensamiento de la mayoría de los pescadores deportivos de Argentina, demostrando que para disfrutar de su pesca ‘no hace falta sacrificarlos. Muchos han apoyado desde los inicios el proyecto, siendo pioneros en el marcado de tiburones.

Conservar Tiburones en Argentina es un Proyecto de Ciencia Ciudadana conformado por pescadores deportivos de tiburones y biólogos de la Wildlife Conservation Society Argentina, la Universidad Nacional de La Plata y el Museo Argentino de Ciencia Naturales. El proyecto de marcado es federal y se ejecuta desde el 2010, siendo el más longevo del país, según el Ministerio de Ciencia de la Nación. Básicamente unen ciencia y conservación, invitando a pescadores deportivos de todo el país a realizar el marcado de especies amenazadas de extinción y practicando la pesca con devolución de los grandes tiburones costeros de nuestro país.

Este proyecto ha generado información confiable e inédita para la conservación y el estudio de los tiburones costeros en el país, logrando a hoy marcar 2.136 tiburones de nueve especies diferentes, siendo 21 de ellos, recapturados. Además, se estima que hay otros 5 mil devueltos sin marcas por los mismos pescadores del proyecto. La relevancia de este proyecto, que se extiende desde el Faro Querandí (Buenos Aires) hasta Puerto San Julián (Santa Cruz), implicó el entrenamiento en marcado y devolución ya de 207 pescadores, de los cuales 83 están activos. 

El marcado de los individuos permite determinar en forma cierta sus patrones migratorios, crecimiento, fidelidad a los sitios de marcado, dinámica poblacional, entre otros aspectos claves para su manejo y conservación. El trabajo que realiza el pescador consiste en tomar una muestra genética e introducir debajo de la aleta dorsal del escualo un tubo aséptico amarillo al que se denomina espagueti por su forma alargada, donde se colocan los datos alfanuméricos obtenidos: medida, sexo, estado general y peso aproximado junto con un número celular y un correo electrónico. De esta forma, el cañofilo que recapture a este ejemplar nuevamente podrá permitir que los biólogos comparen la información y saquen conclusiones sobre su comportamiento en el mar el recorrido que ha llevado a cabo. 

La mayoría de los tiburones marcados durante la última década son hembras, principalmente Bacotas y Cazones, sumándose en un virtual podio, el Gatopardo, ejemplares que luego fueron devueltos sanos y salvas a su hábitat , ya que está comprobado científicamente que la lucha no les ocasiona ningún daño post devolución si se ha practicado correctamente.

El proyecto establece un ida y vuelta constante entre biólogos y pescadores, lo que quedó demostrado en los encuentros durante fines de marzo y principios de abril de este año. Allí se realizó una recorrida por los diferentes nodos, con el fin de visitar a los pescadores y contarles los resultados obtenidos por ellos. A su vez, se aprovechó la ocasión para repartir marcas, anzuelos circulares y hacer hincapié con nuestros pescadores sobre las buenas prácticas a la hora de practicar la pesca con devolución de grandes tiburones costeros. Además, han realizado encuentros para fortalecer el vínculo con los pescadores, incorporar nuevos pescadores capacitados en el marcado, seguir fomentando y haciendo hincapié en las buenas prácticas de la pesca deportiva para disminuir el estrés post captura.

Con información de: https://www.msn.com/

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