A 17 años de una nevada histórica en Córdoba

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Durante la mañana de aquel lunes feriado del 9 de Julio, la temperatura marcaba 2 grados bajo cero, con cierto porcentaje de humedad ambiente. Las condiciones fueron las ideales para generar una nevada que cubriría a gran parte de la provincia de Córdoba.

Fue un lunes 9 de julio de 2007, cerca de las 7 de la mañana, feriado nacional por un nuevo aniversario de la Independencia. El día comenzó con la entrada de aire polar al centro del país, con lloviznas y la sorpresa de la nieve que sorprendió a los cordobeses después del amanecer. Hasta cerca del mediodía continuaba una tenue nevadas sobre el centro de la provincia.

El 9 de julio de 2007, hace 17 años, se registró, desde que se tiene memoria, la nevada más copiosa en poblaciones que precisamente no están acostumbradas a este tipo de fenómenos climáticos en esta zona de Córdoba: las ubicadas en el llano. Y sucedió en toda la provincia.

Según los más memoriosos, entonces, con archivos históricos en mano, y también alguna fotografía en blanco y negro, la última precipitación nívea abundante, se había producido en un mes de julio, pero en una jornada del 6, cuando corría 1927.

Río Tercero, Almafuerte, Hernando, entre otras comunidades no ubicadas en las sierras, en aquella jornada del lunes, amanecieron cubiertas por el blanco, en algunos casos, con un manto de un considerable espesor, inclusive, se aseguró, en acumulación nívea, más importante que la de hacía ocho décadas.

Los más antiguos habitantes, recordaron que se habían producido nevadas, hacía años, pero ninguna como esa. A lo sumo, los copos no habían conformado manto alguno, y si lo habían hecho, el mismo había sido muy delgado.

Cámaras en mano (aún las de los celulares no eran comunes; sí las digitales), los habitantes en diferentes poblaciones, salieron a las calles y espacios públicos, a tomar instantáneas que quedarían para la memoria colectiva.

También lo hicieron los medios, que publicaron entonces, postales que se parecían más a regiones serranas o patagónicas. Uno de ellos, La Voz del Interior, mostrando una imagen de las vías férreas en Hernando, en el epígrafe, colocaba: Parece Siberia, pero es Hernando. En el predio ferroviario, las vías permitían apreciar la cantidad de nieve.

Las batallas con los copos de nieve estuvieron al orden del día, como así también los muñecos, que adornaron diferentes lugares, para el deleite de los más chicos, y también de los más grandes. Era toda una novedad para las comunidades.

El fenómeno, producto de la ola polar, se replicó en varias provincias argentinas, que no son noticia precisamente por la nieve. Los vehículos, que habían dormido en las calles, amanecieron en aquel lunes 9 de Julio, cubiertos por la misma.

En la ciudad de Buenos Aires, se aguardaba, que también llegara el manto níveo, pero fue mucho menor que en el resto del país. Un canal de noticias de la capital, en su zócalo, mostraba la leyenda, casi como un pedido a la naturaleza, cuando se cerraba la jornada: «Urgente: cae agua nieve en el Gran Buenos Aires». Pero de allí a la nieve, fueron apenas unos copos, que duraron muy poco en la superficie.

Fue una novedad la llegada de la nieve, como lo fue el intenso frío que parecía penetrar en la piel, cuando aquel manto blanco comenzó a derretirse.

Vía: 3rionoticias

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