Sin duda es un fenómeno que podría asombrar u horrorizar a cualquier, aunque se trata más bien de una ilusión óptica de la naturaleza.
La imaginación siempre es más grande que la realidad entera; de otro modo no tendría lugar. Alejada de razonamientos críticos, la proyección de nuestro inconsciente consigue achicar el mundo real, haciendo saltar los resortes de la fantasía y convirtiendo los fenómenos naturales en sobrenaturales.
Un ejemplo es lo ocurrido en la conquista del monte Cervino, llevada a cabo un 14 de julio de 1865 por el equipo del alpinista inglés Edward Whymper. Fue toda una epopeya que se culminó tras media docena de fracasos. Con todo, la maldición caería sobre el equipo en el mismo momento del descenso. A decir de Edward Whymper, “el Cervino era el último gran pico alpino que permanecía sin conquistar, menos por la dificultad de la ascensión que por el terror que inspiraba su apariencia invencible. Parecía haber un cordón a su alrededor hasta el que uno podía llegar, pero no más lejos. Dentro de esa línea invisible se suponía que existían espíritus y genios”.
En el pasado se llegó a creer que detrás de este fenómeno místico se escondía una criatura sobrenatural. Y cómo no, si el Espectro Brocken es una ilusión óptica que asemeja un espectro saliendo de un portal de dimensiones desconocidas. Pero qué es este extraño fenómeno y por qué podemos observarlo en las laderas nubosas, aquí una explicación.
Imagina observar hacia la ladera de una montaña en una mañana nubosa, le neblina le da una atmósfera etérea al lugar. Pero sorpresivamente aparece un espectáculo visual que roza el misticismo, colores arcoíris radiales se desprenden de un foco central. De pronto una silueta espectral aparece al centro del juego de luces y sombras, como si un portal de una dimensión desconocida se abriera sorpresivamente ante nuestros ojos.
La explicación anterior bien podría utilizarse para la narrativa de un libro de suspenso o ciencia ficción. No obstante, se trata de un fenómeno natural conocido como Espectro Brocken o Brockengespenst (en alemán), que toma su nombre de Brocken, un pico en las montañas de Harz en Alemania. Se le puede observar en esta región geográfica, aunque puede aparecer en cualquier lugar donde las condiciones se lo permitan.
Un entramado de conjunciones
La poesía visual del Espectro Brocken se debe en realidad a un conjunto de fenómenos separados que cuando se unen, llevan el espectáculo hasta otro nivel. Un fenómeno óptico, una ilusión óptica y la altitud se entretejen para dar paso al juego luces y sombras que cambian rápidamente decoradas con halos de arcoíris.
Debido a la altitud de las montañas Harz, el pico Brocken se extiende más allá de las nubes bajas y la densa capa de neblina, donde el espectro hace su aparición cuando el sol brilla a sus espaldas. Así, el posicionamiento de la luz, más la formación de arcoíris debido a la refracción de esta a través de las densas gotas de agua que conforman las nubes, genera la ilusión óptica. En ocasiones parece que la silueta de un hombre se aparece al centro del arcoíris radial. Pero esto se debe a la altitud y la dirección desde donde provienen los rayos del sol. Además, con frecuencia la distancia de la sombra dificulta al espectador juzgar con precisión el tamaño de esta, que semeja la figura de un hombre.
