Por lógica, al leer esta pregunta tal vez pienses inmediatamente que el baño es uno de los lugares de la casa con más bacterias pero en realidad, el lugar donde más bacterias se generan es en la cocina, al momento de lavar los platos.
Las esponjas son grandes acogedoras de bacterias, pese a su uso continuo con productos químicos como jabones líquidos o detergentes, no están desinfectadas. Según estudios realizados a algunas esponjas se hallaron al menos 364 tipos de bacterias distintas coexistiendo en los poros de ellas.
Las conclusiones del estudio afirman que la mayoría de bacterias encontradas no son dañinas para el cuerpo humano, aunque hubo algunas que podrían ocasionar enfermedades a la larga ya que pertenecían a un grupo de patógenos potenciales de segundo riesgo.
¿CÓMO PODEMOS EVITAR PROBLEMAS CON LAS BACTERIAS EN LAS ESPONJAS?
La razón por la que llegan a haber tantas bacterias en las esponjas se debe a que no se usan para limpiar solo un cierto tipo de objeto o un espacio específico del hogar. Incluso, los trapos amarillos o rejillas que se ocupan en las cocinas son los artículos más contaminados de toda la vivienda con un 86% de crecimiento moderado o pesado de bacterias.
Otra de las razones de ello tiene que ver con la humedad; como los paños y las esponjas están en constante contacto con el agua, las bacterias se alimentan de ella en lugar de ahogarse por ella.
Recomendaciones para evitar enfermarse
- Las esponjas se deben lavar con agua muy caliente después de su uso.
- Si se va a limpiar a bajas temperaturas, lo ideal es hacerlo con un jabón desinfectante efectivo contra gérmenes.
- Otra muy buena opción es cambiarlas constantemente al menos cada 15 días.