Al contrario que el verano, el invierno es una época que se caracteriza por tener días más cortos y noches más largas. Se caracteriza además por ser la época más fría del año.
El comienzo del invierno 2022 en Argentina este año lo hará el día miércoles 21 de junio, mientras que en el hemisferio norte lo hace los mismos días pero de diciembre). Finalizará el sábado 23 de septiembre con la entrada de la primavera.
El solsticio de invierno coincide con el inicio de la estación que da su nombre, y destaca por ser el día más corto del año (al mediodía el sol alcanza el punto más bajo de todo el año). Desde ese momento los días son cada vez más largos y ganamos horas de luz.
El Inicio del Invierno es una época asociada con la soledad, debido a las condiciones climáticas extremas de esta estación. Sin embargo, el Inicio del Invierno representa una época de renovación y renacimiento al igual que el verano. Los países en donde el invierno se hace presente se ubican más hacia el norte y más hacia el sur en cada hemisferio; los países tropicales no poseen estaciones.
En esta época ocurren algunas cosas curiosas:
- Piel de gallina: cuando hace frío se pone la piel de gallina y los pelos de punta. Es porque bajo la piel, se esconde un pequeño músculo erector del pelo, que se contrae creando una capa de aire alrededor del cuerpo que lo protege del frío. Funciona con los animales peludos, pero nosotros tenemos tan poco vello, que no nos sirve de mucho.
- Nieve: en una tormenta pueden caer hasta 40 millones de toneladas de nieve. El copo de nieve más grande que ha caído sobre la Tierra medía 38,1 cm y cayó en Fort Keogh, Montana, el 28 de enero de 1887.
- Copos de nieve: F ormados por cristales de hielo que adoptan increíbles formas geométricas. Normalmente son hexagonales, pero no hay dos exactamente iguales debido a la estructura de las moléculas de agua. De acuerdo a la temperatura y la humedad, también pueden adquirir forma de prismas, láminas estrelladas, dendritas estelares, columnas, agujas o triángulos.
- Cuando nieva hace menos frío: Los copos de nieve, atrapan vapor de agua conforme van cayendo; ese vapor acaba convertido en hielo pero claro, el paso del estado gaseoso como vapor de agua al estado sólido como hielo libera calor. Así, cada vez que nieva se produce una significativa liberación de calor a la atmósfera.
- Los más congelados: La temperatura más baja registrada en la Tierra fue de –93,2 grados Celsius en la Antártica en agosto de 2010 de acuerdo a un estudio basado en tomas satelitales. Hasta el momento el récord de bajas temperaturas se mantenía en los -89,2 grados Celsius, registrados en 1983 por una expedición rusa. Estos valores son tan bajos que afectarían a los humanos en procesos tan básicos como respirar.
- Iglú: Es una de esas imágenes que conocemos desde niños: los esquimales y sus casas blancas, redondas y fáciles de dibujar, pero no son tan fáciles de hacer. Son casas construidas con bloques de hielo que se usan como refugio temporal para los cazadores durante el invierno, y como hogar para muchos de los cuatro millones de personas viven en Ártico.
- Glaciar: es una gruesa masa de hielo que se origina en la superficie terrestre por compactación y recristalización de la nieve y su existencia es posible cuando la precipitación anual de nieve supera la evaporada en verano, porque la mayoría de los glaciales se encuentran en zonas montañosas. Un 10% de la tierra está cubierta por los glaciares que almacenan 33 millones de km cuadrados de agua dulce.
- Nevero artificial: Se utilizaban en el siglo XX como almacén de hielo. Es un pozo excavado en la tierra con muros de contención de pequeñas o grandes dimensiones e incluso con techo que dispone en aberturas para la introducción de la nieve y posteriormente la extracción del hielo, y cuya finalidad es conservarlo para poderlo usar posteriormente.
- Los árboles se abrigan: es una nominación simple para el fenómeno que se da en los vegetales, ya que muchos de estos segregan distintos anticongelantes químicos. Algunos árboles tienen vellosidades que funcionan como cámara de calor. Otro mecanismo cuando llega el invierno es el de “pintar” las hojas de un color verde más oscuro para absorber más el sol, mientras que los caducifolios concentran la savia en las raíces.
- Aumenta la depresión: en esta época del año aumentan los períodos de nostalgia e incluso los cuadros de depresión en la población. De acuerdo a los psiquiatras, en invierno las personas tienden a sentirse más deprimidas. Esto es debido a que se reducen las horas de sol, el tiempo es menos agradable y se pasa más tiempo dentro de la casa. Incluso, la revista Más Interesante informa de que en Dinamarca crearon lentes que entregan luz similar a la del sol.
- Cionofobia: es el miedo a la nieve, especialmente si uno queda atrapado por la nieve. El término se deriva de las palabras griegas chion y phobos, que significa «nieve» y «miedo», respectivamente. Se trata de una de las fobias más curiosas que existen. Las personas que la padecen temen el invierno mucho antes de que comience, y consultan la meteorología constantemente para controlar cuándo podría caer una tormenta de nieve.
- Se duerme más: ya que oscurece más temprano, las personas se acuestan antes y duermen más.
- Se orina hasta tres veces más: en los humanos se produce una vasoconstricción originada al reducirse la actividad de las glándulas sudoríparas, estrecharse los vasos sanguíneos y volverse más densa la sangre ya que con ello la pérdida de calor por conducción se reduce. Esto origina que en invierno al salir a un ambiente más frío, la necesidad de orinar se incremente.
- Menos moscas y mosquitos: en el invierno mueren la mayoría de estos insectos, pero no todos, ya que hay algunos que sobreviven todo el invierno o consiguen hacerlo como larvas.
- Hipotermia: Es una urgencia médica que ocurre cuando el cuerpo pierde calor más rápido de lo que lo produce, lo que provoca una peligrosa disminución de la temperatura corporal. La temperatura corporal normal es de alrededor de 37 °C, mientras que la hipotermia ocurre cuando ese valor desciende por debajo de los 35 °C. Así, el corazón, el sistema nervioso y otros órganos no pueden funcionar normalmente.
- Y, por último, veamos como curiosidad el origen del resfriado común:
Parece ser que no tiene tanto que ver con el frío. Es una enfermedad infecciosa cuyo origen es un virus, concretamente los virus de tipo rinovirus y coronavirus. El rinovirus pertenece a la familia de los Picornaviridae, y son los agentes infecciosos más comunes en el ser humano, causando entre el 30 y 50% de los resfriados. Los coronavirus pertenecen a la familia de los Coronaviridae. Tienen ese nombre porque cuando se miran al microscopio parece que están envueltos en una corona. No hay ningún fármaco que consiga eliminar los efectos del resfriado, tan solo mitigarlos. Los estornudos, secreciones nasales, dolor de cabeza, picor, congestión nasal. Nos duran entre 3 y 10 días.
¿Qué tiene que ver el frío con el resfriado? Pues nada que ver de forma directa. Se han hecho estudios para intentar relacionar la actividad de virus con las bajas temperaturas y no hay ninguna relación directa. Es decir, si sales desnudo a la calle un día de muchísimo frío, si no hay agentes infecciosos (virus), nunca tendrás un resfriado, pero seguramente sí que harás una visita al hospital por hipotermia. Es decir, sin virus no hay resfriado. Se sabe que en zonas muy gélidas, como el Ártico, no hay resfriados y, sin embargo, sufren las temperaturas más frías del planeta.
Eso sí, en invierno la gente se resfría con mucha más frecuencia que en verano. Es por lo siguiente: el efecto apelotonamiento. En verano, si alguien se resfría no suele transmitirle el virus a la gente. ¿Por qué? Porque pasa más tiempo en la calle, al aire libre, con las ventanas abiertas. Sin embargo, el virus sigue actuando con la misma virulencia que lo haría en invierno. En invierno una persona resfriada o con los primeros síntomas llega a una casa, a un bar, a la universidad, al trabajo, y está todo cerrado, la calefacción puesta y el aire cargado. Es el momento perfecto para contagiar a la gente. Como no hay ninguna ventilación natural ni corrientes de aire, el virus anda a sus anchas.
Además, un estudio realizado por la universidad de Cardiff, en Gran Bretaña, llegó a la conclusión de que la exposición al frío ayuda a que el virus se inocule con mayor facilidad. Se hizo un experimento con 180 voluntarios. 90 introdujeron sus pies en agua fría (10ºC) y otros no. El resultado fue que el 29% de las personas que introdujeron sus pies en el agua fría, dijeron que tenían síntomas de resfriado, frente al 9% de los que no lo hicieron. Explicación que dieron: “al estar expuesto a bajas temperaturas, tu organismo tiende a retirar sangre de las zonas prescindibles, como la nariz. De ahí que, cuando hace frío, lo primero que se enfría son las manos, la nariz… Si dos personas tienen un rinovirus en su nariz, la probabilidad de que el virus prospere y se extienda es mayor en la persona expuesta al frío que en la que no lo está por esa misma razón. El menor flujo sanguíneo a la nariz supone una menor presencia de leucocitos y una mayor facilidad de expansión del virus.