l Océano Ártico está atravesando uno de los mayores cambios como consecuencia del calentamiento global, según una reciente investigación, este majestuoso paisaje podría quedar libre de hielo para el año 2055.
La Tierra no siempre ha mostrado las condiciones que conocemos hoy en día. Con el paso de los milenios y gracias a fenómenos naturales, nuestro planeta ha ido cambiando lentamente. Sin embargo, ahora mismo está experimentando una serie de consecuencias que se desprenden de nuestros actos contaminantes.
El calentamiento global es responsabilidad de todos, la cadena de consumo que es de donde se desprenden todas las acciones contaminantes, es enorme y cada uno juega su papel en ella. ¿Qué pasaría si la Tierra cambiara drásticamente que ya no podamos reconocerla? Eso es lo que está sucediendo justo ahora y este estudio lo demuestra.
Ártico libre de hielo en 35 años
Según la investigación dirigida por Stanislav Martyanov del Instituto de Oceanografía Shirshov, para el mes de septiembre de 2055, el Ártico quedará libre de hielo como consecuencia del cambio climático. Los resultados de la investigación resultan sumamente preocupantes y concuerdan con otras investigaciones que muestran que el Ártico se calienta 3 veces más rápido que el resto del planeta.
Stanislav junto con su equipo de trabajo, utilizaron un modelado de simulación por computadora, para evaluar el impacto del aumento de los niveles de gases invernadero sobre el Océano Ártico.
“Tomamos en cuenta factores como una disminución de la capa de hielo, cambios de temperatura y salinidad”, explica Martyanov.

El modelo de simulación por computadora reveló otras consecuencias que se desprenden del calentamiento global. Se determinó que, para finales del siglo XXI, es decir en 2100, el periodo de deshielo en el Océano Ártico aumentará hasta abarcar cuatro meses.
Pero como todo en nuestro planeta, un efecto sobre una región específica no sería un fenómeno aislado, sino que afectaría todo como reacción en cadena. El deshielo del Océano Ártico, traerá una “una disminución en la concentración de nutrientes en el Atlántico Norte”. Además, causaría el aumento del nivel en el Mar de Pechora, que a su vez traería inundaciones. Y en la región del Mar Báltico los inviernos se volverían extremadamente cálidos.
Atlantificación del Ártico
Por si esto fuera poco, la investigación también muestra que las corrientes oceánicas están sufriendo poco a poco un desequilibrio. El Ártico está entrando en algo que se conoce como atlantificación. Esto es un cambio en la estructura del Ártico, como consecuencia del intercambio de aguas con el Océano Atlántico. Este intercambio acelera el deshielo del Ártico, por la liberación de calor desde el centro de las aguas hacia la superficie.
“La temperatura del agua en la zona, (…) hace que la columna de agua cambie y penetre al Ártico mayor cantidad de agua atlántica. Esto es lo que se llama atlantificación del Ártico”.
Las consecuencias cada vez son más inminentes y nos muestran que estamos atravesando un cambio planetario, como consecuencia de las actividades antropogénicas. Los esfuerzos para revertir el calentamiento global cada día son mayores, sin embargo, no basta con sentarnos a mirar de lejos. Hay que tomar acciones cotidianas que ayuden a minimizar los daños. Frenar el cambio climático es una tarea titánica que sólo podremos lograr en conjunto como humanidad, si es que queremos continuar con la vida humana.

Vía: Ecoosfera