El huemul, menos visible y de grupos más chicos, ocupaba la porción oeste de la estepa y los faldeos boscosos y pastizales de altura de los Andes patagónicos.
Hasta hace unos pocos cientos de años, dos grandes mamíferos herbívoros reinaban en la extensa y vibrante Patagonia argentina. El guanaco, con sus tropas numerosas, caracterizaba las zonas más áridas, ocupando toda la estepa desde los límites del bosque andino-patagónico hasta la costa del océano Atlántico.
Actualmente, sus poblaciones son pequeñas y se presentan en forma fragmentada y arrinconadas contra la Cordillera. Se encuentra categorizada como especie en peligro de extinción, debido principalmente a la transformación de su hábitat y a la caza mayor.
Esta Patagonia llena de vida pronto enfrentaría la llegada de los colonizadores, con resultados catastróficos para muchas especies nativas.

El huemul, uno de los dos ciervos nativos de nuestra Patagonia, se distribuía en Argentina desde el sur de Mendoza hasta Santa Cruz, donde ocupaba los bosques cordilleranos y también las estepas patagónicas. De hecho, viajeros y naturalistas registraron en sus diarios la presencia de huemules en áreas de estepa y cañadones alejados hasta unos 100 kilómetros del límite del bosque.
Solo en la provincia de Santa Cruz, entre 1894 y 1908, al menos cinco autores diferentes observaron pequeños grupos de huemules en zonas de cañadones, incluyendo el cañadón del Deseado al este de Perito Moreno. Pero ya en esos tiempos, los nativos de la región informaban que los huemules en la estepa no se presentaban tan abundantes como solían serlo. El huemul fue una de las primeras víctimas de la colonización de la Patagonia.
Actualmente, las poblaciones más importantes de huemules de Argentina se encuentran en Santa Cruz, específicamente en áreas protegidas como los Parques Nacionales Perito Moreno y Los Glaciares y en los alrededores de los lagos del Desierto y San Martín. Quizás la visión del Gobernador Juan Gregores, quien prohibió la caza del huemul durante su mandato (1932-1945), permitió en parte la supervivencia de los ejemplares que hoy habitan la provincia. Pero los huemules siguen disminuyendo y su extinción en el mediano plazo es probable. Y así como Corrientes está llamada a ser pionera en la recuperación de las poblaciones de yaguareté, Santa Cruz será pronto reconocida por sus acciones innovadoras dirigidas a impedir la desaparición del huemul.

El Parque Patagonia es un complejo de reservas públicas y privadas localizado en el noroeste de Santa Cruz. El área se caracteriza por la presencia de mesetas surcadas por imponentes cañadones, que históricamente albergaron poblaciones de huemules. Debido a su condición de reserva, su extensión y el buen estado de sus pastizales, el parque presenta una oportunidad única para el regreso del huemul a la estepa. La reintroducción de individuos será el inicio de un ambicioso proyecto que busca revertir el proceso de extinción mediante la creación de nuevos núcleos poblacionales en áreas donde el huemul desapareció hace menos de 150 años. De esta manera, la estepa recuperará a uno de sus grandes herbívoros, en los cañadones del río Pinturas volverá a observarse la imponente figura de este ciervo patagónico y los santacruceños ofrecerán una formidable respuesta a la crisis de extinción que asola al planeta.

Vía: weekend.perfil