Taiwán, con una capacidad instalada de 440 MW y una extensión de 347 hectáreas. Este hito representa un avance significativo en la transición energética global y una contribución clave al desarrollo de la energía renovable en la región.
Desarrollo y expansión del proyecto
La primera etapa del proyecto fue desarrollada por Chenya Energy, una antigua subsidiaria de Hexa, y completada en 2020. Posteriormente, Hexa llevó a cabo la ampliación de la planta, que finalizó en febrero de este año en colaboración con Ciel & Terre, un proveedor francés especializado en soluciones fotovoltaicas flotantes.
Impacto ambiental y metas futuras
Esta instalación solar flotante tiene el potencial de compensar anualmente alrededor de 136.000 toneladas de dióxido de carbono. Con este proyecto, Taiwán avanza hacia sus ambiciosos objetivos de energía renovable: alcanzar una capacidad de 20 GW para 2030 y lograr emisiones netas cero para 2050.