Siempre ha estado presente cómo afecta la extracción de energías renovables a otras actividades propias de la naturaleza como la agricultura, la ganadería, o a la convivencia con los espacios de animales.
Mucho se habla últimamente de la importancia de priorizar el uso de energías renovables, que son aquellas cuya extracción se realiza gracias a los recursos naturales. En este sentido, la buena noticia es que España tiene más recursos naturales que ningún otro país de nuestro entorno.
Por esta razón, para que las energías renovables convivan con las actividades agroganaderas y los animales, el Pacto Verde Europeo y el Plan Nacional de Energía y Clima plantean crear un binomio entre las instalaciones de energías renovables y estas actividades.
Se trata de llegar a una compatibilidad que consiga minimizar cualquier daño medioambiental pero también poder mejorarlo. La clave aquí es conseguir una planificación adecuada de la conservación medioambiental. Esto se consigue fijando elementos protectores, paradas biológicas o ganado extensivo para mantener la vegetación evitando así el uso de herbicidas. Además, en zonas de monocultivo cerealista permite aumentar la biodiversidad con la recuperación de la flora y la fauna silvestre.
Energías renovables y naturaleza: el equilibrio posible
Lo cierto es que, para frenar el cambio climático y la contaminación, las energías renovables son muy necesarias, ya sean solares, eólicas, etc.; aunque también se ha hablado de los peligros que suponen estas para los animales de la zona o incluso para los cultivos.
Empresas con gran peso en las energías renovables, como Iberdrola, son conscientes de que la biodiversidad convive con los parques eólicos y las plantas fotovoltaicas. Esta es la razón por lo que planifican sus infraestructuras respetando al máximo la naturaleza. Es más, se han fijado como objetivo alcanzar la “pérdida neta nula” de biodiversidad para el año 2030.
¿Qué pasos hay que llevar a cabo para conseguir este propósito? Lo más importante es evitar la localización de nuevos proyectos de infraestructura en espacios protegidos, así como se evitan las áreas de alto valor para la biodiversidad.
¿El entorno es apto para que animales y energías renovables convivan? En esto se basa el proyecto de la empresa española Iberdrola, que ubica polinizadores en instalaciones renovables situadas cerca de tierras agrícolas. De este modo, la eléctrica ha instalado 162 colmenas en la planta fotovoltaica de Andévalo (Huelva) para proteger a las abejas mientras se avanza en la estrategia de descarbonización de la economía.
En este parque fotovoltaico las abejas cuentan con terreno libre de herbicidas, ya que el control del crecimiento de las malas hierbas se hace de forma manual o con ganado. Las abejas polinizan más del 80% de las plantas del planeta y más de 90 tipos de cultivos diferentes.
Fuente: STOP CAMBIO CLIMÁTICO, https://www.ambientum.com/