La niebla helada o engelante es el resultado de la niebla con una temperatura del aire por debajo de 0 ° C.
En tales condiciones, cuando las gotas de niebla entran en contacto con cualquier elemento del medio ambiente y entran en el borde, entrarán en un estado sobreenfriado y se congelarán.
En invierno, bajo situaciones anticiclónicas, es relativamente frecuente la formación de nieblas de radiación durante la madrugada, como consecuencia del enfriamiento nocturno. Cuando el ambiente es muy frío y, en presencia del citado hidrometeoro, baja la temperatura por debajo de los 0 ºC, produciéndose heladas, las gotitas de la niebla pasan a estar en estado de subfusión, de manera al impactar con cualquier objeto se congelan de inmediato, dando lugar al espectacular fenómeno de la cencellada. Esas nieblas que se forman en ambientes gélidos se conocen como nieblas engelantes.