El centro de la Vía Láctea chocará con un agujero negro supermasivo

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Black hole star in deep space, illustration

Los astrónomos se mantienen vigilante antes este evento que desencadenaría un evento cósmico jamás ante visto por la humanidad.

Actualmente, Andrómeda y la Vía Láctea están separadas unos 2,5 millones de años luz. Propulsadas por la gravedad, las dos galaxias se están precipitando la una hacia la otra a 402 000 kilómetros por hora. Pero incluso a esa velocidad, no se encontrarán hasta dentro de otros 4000 millones de años.

Entonces, las dos galaxias colisionarán y volarán una a través de la otra, dejando un bucle estrellado y gaseoso en sus estelas. Durante eones, la pareja continuará acercándose y se llegará a romper, revolviendo las estrellas y redibujando las constelaciones hasta que finalmente, tras unos miles de millones de años, las dos galaxias se fusionarán.

Aunque la idea de una colisión tan grande suena aterradora, los científicos señalan que, debido a la distancia entre las estrellas, es poco probable que estas colisionen individualmente. ¿Y nuestro sistema solar? También debería estar a salvo. Los investigadores han calculado que probablemente será barrido hacia las afueras de la nueva galaxia, aunque también existe una pequeña posibilidad de que sea expulsado por completo de Lactómeda. En cualquier caso, es poco probable que los humanos estén cerca para ver este espectacular espectáculo de luces, ya que en ese momento el Sol se habrá calentado tanto que habrá acabado con la vida en la Tierra.

Nuevos estudios revelan algo sorprendente

El corazón de la Vía Láctea es un agujero negro supermasivo. Al tomar la primera imagen de Sagitario A*, como se le conoce astronómicamente, un equipo internacional de científicos marcó un hito en la comprensión de la naturaleza de estas singularidades cósmicas. Con base en sus observaciones, pareciera que nuestra galaxia palpita al ritmo de «objeto astronómico con una atracción gravitatoria tan fuerte que nada, ni siquiera la luz, puede escapar de él«, según lo describe la NASA.

Mucho antes de saber cómo se ve realmente Sagitario A*, un equipo de astrónomos de la Universidad Sapienza ya conocía el destino que el agujero negro tendría. En algún momento de la historia natural del Universo, el corazón de la Vía Láctea chocará con otro agujero negro supermasivo. A sólo 2.5 millones de años luz, éste es el corazón de Andrómeda, la galaxia más cercana.

Andrómeda es uno de los miembros más masivos de nuestro Grupo Local en el Universo. Además, según la NASA, es nuestro vecino cósmico más próximo. Se caracteriza por un cúmulo de estrellas amarillas en el centro, rodeadas por un anillo de astros jóvenes en los extremos, según explica la agencia espacial. En el centro, Andrómeda tiene un agujero negro supermasivo.

No es la primera vez que se especula sobre el choque que tendrán ambas galaxias. Por el contrario, según reporta el corresponsal Sir Perkins para Science News, incluso hay un nombre para la formación cósmica que se hará una vez que se unan:

La información se recabó de un estudio publicado en febrero de 2021, publicado en arXiv.org. En éste, los autores italianos sugieren que ambas galaxias son «un par unido», que está destinado a mezclarse para formar una misma entidad. El evento será tan impactante, que «cualquier civilización dentro de los 3.25 millones de años luz de nosotros que tenga tecnología […] podría detectar la colisión«, estiman los investigadores.

Esto implica, también, que los corazones de ambas galaxias se unan.

A 116 kilómetros por segundo

Andrómeda se acerca a 116 kilómetros por segundo a la Vía Láctea, documentan los autores. También, el agujero negro supermasivo que tiene por corazón. A este ritmo, la colisión entre ambas será cuestión de sólo 5 mil millones de años. Los astrónomos esperan que éste sea un choque frontal, a partir de las simulaciones de computadora que se han realizado hasta ahora.

El proceso no será inmediato. Por el contrario, el baile de unión será paulatino: los grupos de estrellas de ambas galaxias empezarán a fusionarse en 4.3 millones de años, para terminar la unión 6 mil millones de años después. Por lo cual, es poco probable que la humanidad sea testigo de este fenómeno cósmico.

Como resultado, los dos agujeros negros también se volverán uno mismo. Acechándose por miles de millones de años, ambos corazones galácticos formarán un sistema binario, al centro de una nueva galaxia todavía más grande.

Imagen de La NASA

Con información de: https://www.ngenespanol.com/ https://mymodernmet.com/

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