Hallan evidencia de olas masivas de un gran tsunami en el pasado

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Tras un fuerte terremoto, el mar se elevó sobre grandes áreas oeste de Canadá y el norte de Estados Unidos. Nuevos análisis revelan olas gigantescas durante un evento histórico en la región.

Los tsunamis pueden viajar a más de 800 kilómetros por hora en el punto más profundo del agua, pero disminuyen la velocidad a medida que se acercan a la costa, y finalmente llegan a la costa con velocidades entre los 32 y 48 kilómetros por hora. La energía de la velocidad de la ola se transfiere a la altura y la fuerza bruta a medida que se acerca a la orilla.

Según la Base de Datos Histórica de Tsunamis, estos fenómenos que pueden causar daños o muertes cerca de su fuente ocurren aproximadamente dos veces al año. Los tsunamis que pueden causar daño o muertes en costas cercanas (a más de 1.000 km. de distancia) ocurren dos veces en una década.

Los recientes estudios que encabezan un nuevo artículo de dos investigadores de la Universidad de Saskatchewan (USask), que han encontrado la evidencia más sólida jamás vista de un tsunami en un mar interior poco profundo.

La investigación realizada por el Dr. Brian Pratt (Ph.D.) y el Dr. Colin Sproat (Ph.D.) de la Facultad de Artes y Ciencias de USask se publica en Sedimentary Geology.

Un intenso tsunami en un mar poco profundo altero el suelo marino

Saskatchewan y sus áreas vecinas no son conocidas por sus vistas costeras ni por su actividad sísmica. Pero hace 445 millones de años, en el período llamado Ordovícico, la región tenía un aspecto muy diferente. Gran parte de lo que hoy es Saskatchewan y Manitoba en Canadá, junto con Montana y las Dakotas en Estados Unidos, estaba cubierta por un mar conocido como Cuenca Williston.

«Era un entorno completamente diferente, una geografía completamente diferente. En aquel entonces, estábamos mucho más cerca del ecuador de lo que estamos hoy y el nivel del mar era alto, por lo que habríamos estado en un mar interior tropical y poco profundo en lugar de una pradera templada como hoy», dijo Sproat, profesor asistente en el Departamento de Ciencias Geológicas de USask.

iertos lechos de sedimentos en los lugares habían sido cortados en guijarros y mezclados con arcilla. El suelo debajo de las aguas más profundas de la cuenca no contenía arcilla, por lo que sólo podría provenir de la tierra.

«Nos dimos cuenta de que necesitábamos un evento que rasgara el fondo del mar y luego de alguna manera regresara con toda esta arcilla, y lo hiciera unas cuantas veces«, dijo Pratt, profesor del Departamento de Ciencias Geológicas.

La respuesta sólo podría ser un tsunami. No existía vida animal ni casi ninguna vida vegetal en la tierra para presenciar ese día hace casi 500 millones de años, pero si un observador hubiera estado cerca, habría visto un evento dramático.

Las fallas en la corteza de la región, silenciosas desde hace miles de milenios, todavía estaban activas. Una de estas fallas en algún lugar de la mitad norte de la cuenca Williston se deslizó repentinamente, enviando violentas ondas de choque a través del mar.

El agua en la orilla habría bajado brevemente y luego habría regresado en un implacable oleaje. La ola podría haber avanzado un kilómetro o más a través del terreno de suave pendiente, arrasando la superficie rocosa. Cuando finalmente retrocedió, arrastró arcilla de regreso al mar. Siguieron más olas.

Pratt reconoce que un tsunami es una «interpretación radical» de la evidencia, pero los investigadores de USask tenían una ventaja. Los estratos de la cuenca Williston en Canadá están casi completamente ocultos bajo los paisajes llanos de Manitoba y Saskatchewan, lo que limitó a los geólogos del pasado a estudiar sólo unos pocos afloramientos naturales, muestras de núcleos y cortes de carreteras.

El profesor asistente de USask, Colin Sproat, se encuentra junto a un muro de una cantera al norte de The Pas, Manitoba, uno de los sitios donde los investigadores encontraron evidencia de un antiguo tsunami. Crédito: Brian Pratt

Tsunamis que marcaron la historia

Estos son algunos de los tsunamis más mortíferos de la historia reciente, que fueron precedidos por fuertes terremotos.

1 de noviembre de 1755 — Se estima que 60.000 personas murieron cuando un terremoto golpea a Lisboa, Portugal, y causa un tsunami.

27 de agosto de 1883 — Se estima que 36.000 personas murieron cuando el volcán Krakatau entró en erupción causando un tsunami en las islas indonesias de Java y Sumatra.

15 de junio de 1896 — Se estima que 28.000 personas murieron cuando un terremoto de magnitud 8,5 golpeó Sanriku, Japón, causando un devastador tsunami.

28 de diciembre de 1908 — Se estima que entre 70.000 y 100.000 personas murieron cuando un terremoto de magnitud 7,2 golpea Messina, Italia, y causa un tsunami en el Estrecho de Messina.

Con información de: https://www.tiempo.com/ https://cnnespanol.cnn.com/

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