Sin lugar a dudas se trata de un fantástico evento astronómico, el que convierte al «día en plena noche» y cuyas características provocan la atracción de los aficionados a la astronomía y a los que no lo son.
Un eclipse total de Sol se produce cuando la Luna cubre completamente al Sol, proyectando una sombra en la superficie de nuestro planeta. Se verá un eclipse total para los observadores situados en la Tierra que se encuentren dentro del cono de sombra lunar llamado Umbra.
Tiene lugar cuando la Luna se coloca entre la Tierra y el Sol y tapa este último por completo. Sólo puede contemplarse con luna nueva, cuando los tres cuerpos celestes están en una misma línea recta. Durante unos minutos el día se oscurece y en el cielo pueden verse estrellas.
El eclipse sólo se ve de forma total desde la Tierra en la franja -de un máximo de 270 kilómetros de ancho- sobre la que cae la parte central de la sombra que proyecta la Luna, la denominada umbra. En las zonas sobre las que se proyecta la penumbra de la Luna se observará un eclipse parcial, en el que el satélite tapa sólo parte del Sol.
¿Por qué es tan especial este eclipse total?
En realidad hay eclipses de Sol por lo menos dos veces al año. Pero lo que no es tan habitual es que la Luna tape por completo la estrella. También es extraordinario que un eclipse total pueda ser visible por tantas personas como en esta ocasión, ya que muchas veces la franja de sombra de la Luna recorre sólo el mar o los polos.
Con información de: https://www.ellitoral.com/
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