Una provincia enfrenta una creciente presencia de caracoles gigantes africanos, los cuales se multiplican rápidamente bajo condiciones ambientales favorables como alta humedad y lluvias. Estos moluscos requieren niveles elevados de humedad para sobrevivir, lo que provoca su proliferación en épocas de lluvia.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) reaccionó de forma rápida ante una alerta sobre la presencia de esta plaga en El Soberbio, Misiones. Tras realizar una inspección exhaustiva, el equipo de Senasa eliminó más de 80 ejemplares de este molusco invasor, evitando que se expandieran y causaran mayores daños a los cultivos y el ecosistema local.
El caracol gigante africano (Lissachatina fulica), originario de África Oriental, fue identificado por primera vez en esta región misionera, perteneciente al departamento de Guaraní, en el extremo noreste del país. Ante la alerta, el equipo de Protección Vegetal del Senasa se movilizó al área para confirmar la presencia de esta especie invasora. Dada su capacidad para transmitir enfermedades a humanos y animales, así como su impacto negativo en la agricultura, el Senasa ha implementado un plan de erradicación para prevenir su expansión.
Características del Caracol Gigante Africano
Este molusco es uno de los más grandes del mundo, alcanzando hasta 20 cm de largo. Su concha es cónica, de color marrón oscuro con bandas beige. Es una especie polífaga, lo que significa que consume una gran variedad de plantas, incluyendo cultivos agrícolas. Además, como son hermafroditas, pueden reproducirse con un solo compañero, poniendo cientos de huevos al año, lo que facilita su rápida propagación.
Este caracol también tiene la capacidad de esconderse durante los períodos secos o fríos, enterrándose hasta 2 metros bajo tierra para protegerse de las temperaturas extremas y la falta de humedad. Este comportamiento lo convierte en una plaga difícil de controlar y erradicar en climas adecuados para su supervivencia.