El mismo fenómeno puede ser responsable de generar agua en la Luna o en los asteroides.
El agua cubre más del 70% de la Tierra pero, a día de hoy, nadie sabe cómo llegó hasta aquí. El origen del agua en la Tierra es un tema de estudio que sigue dando sorpresas. Hay trabajos que aseguran que el elemento llegó a bordo de cometas y meteoritos: ¿y si el agua hubiese llegado a la Tierra gracias al Sol?
Además de hacer posible la vida en la Tierra, el Sol genera una lluvia continua de protones y otras partículas a altísimas energías que bombardean la Tierra. Durante décadas se ha especulado con la posibilidad de que esas partículas pudiesen producir agua cuando impactan contra el polvo interplanetario, diminutas motas de minerales conocidos como silicatos.
Sabemos que la Tierra, pese a su nombre, está mayormente constituida por agua. Tres cuartas partes de ella está sumergidas en el líquido que alguna vez la cubrió por completo. Pero no se sabe con exactitud de dónde provino tal cantidad del líquido, el cual se encuentra almacenado en el manto inferior y otra gran parte forma los océanos. El origen del agua ha sido un misterio para los científicos, pero una nueva investigación ha descubierto que probablemente su origen está en el viento solar.
El primer aterrizaje sobre un asteroide
Hace unos años la NASA y la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial, enviaron la primera misión con destino hacia un asteroide. La misión nombrada Hayabusa se convirtió en la primera en aterrizar en un cuerpo celeste de esta índole. No sólo eso, sino que extrajo muestras del cuerpo nombrado asteroide 25143 Itokawa. Y pese a que las muestras llegaron a nuestro planeta en 2016, han estado en constante investigación.
Uno de estos estudios se centró en el agua y los resultados sugieren que tanto el polvo como las rocas que componen al asteroide Itokawa, son inesperadamente ricos en ella. Los investigadores de la Universidad de Glasgow estiman que por cada metro cúbico de roca de Itokwa, posee unos 20 litros de agua. Y por si fuera poco, el análisis químico confirmó que el origen del agua yace en el viento solar.
“Los vientos solares son corrientes de iones principalmente de hidrógeno y helio que fluyen constantemente desde el sol hacia el espacio”, explica Luke Daly de la Universidad de Glasgow. “Cuando esos iones de hidrógeno golpean una superficie sin aire como un asteroide o una partícula de polvo espacial, penetran unas pocas decenas de nanómetros por debajo de la superficie, donde pueden afectar la composición química de la roca”.
El origen del agua está en el espacio
El efecto que los expertos conocen como meteorización espacial de los iones de hidrógeno, a la larga puede expulsar átomos. Estos átomos suficientes de oxígeno presentes en los materiales de la roca, son con los que más adelante se formará el agua. Aunque este compuesto no fluye por la superficie como lo hace en nuestro planeta, sino que se encuentra dentro del asteroide.
“Creemos que es razonable suponer que el mismo proceso de meteorización espacial que creó el agua en Itokawa, habrá ocurrido en un grado u otro en muchos mundos sin aire”, dicen Daly. “Eso podría significar que los exploradores espaciales podrían procesar suministros frescos de agua directamente del polvo de la superficie del planeta”, bromeó.
Así que aunque la cantidad de agua en la Tierra es enorme y sigue siendo un factor que no ha dejado satisfechos del todo a los investigadores, al menos se tiene un indicio de dónde pudo estar el origen del agua, inesperadamente en el viento solar