Las auroras verdes ordinarias provienen de átomos de oxígeno excitados por la actividad geomagnética a unos 150 km sobre la superficie de la Tierra. ¿Y las auroras rojas?
Las auroras rojas también son causadas por el oxígeno, pero a una altitud mucho más alta: entre 150 km y 500 km, la temperatura y la densidad de la atmósfera favorecen las transiciones atómicas que emiten fotones rojos en lugar de verdes. Por alguna razón, la tormenta geomagnética excitó los alcances superiores de la atmósfera más de lo habitual, produciendo un resplandor rojo sobre ambos hemisferios.
Aurora austral quemando en el horizonte de Queenstown, Nueva Zelanda. Existen dos tipos de auroras polares: las australes, que se vislumbran en el extremo sur del planeta, y las boreales, que se observan en el polo norte. Ambas aparecen a una gran altura, entre los 100 y los 1.000 kilómetros sobre el nivel del mar.
Fotografías: Por Minoru Yoneto – Queenstown, Nueva Zelanda