Las variaciones en los campos eléctricos en la atmósfera polar aceleraron los electrones, que colisionaron con las moléculas de oxígeno y nitrógeno del aire, haciéndolas brillar y formar la aurora. Pero los científicos desconocían la causa de dicha aceleración
En cuanto a las auroras artificiales, en los años noventa, la Oficina de Defensa de los EE.UU. creó un sistema militar denominado Haarp (High Frecuency Active Auroral Research Program). Este sistema cosiste en un complejo de antenas que forman la emisora de radio más potente del mundo, instaladas en Alaska, que son y que se utilizan para enviar impulsos de radio (ondas electromagnéticas de alta frecuencia) hacia la ionosfera con el fin de calentar su plasma. Algunos críticos siempre han temido que estos experimentos sean llevados a cabo para calcular las posibilidades de manipulación climática con fines militares, o bien para intentar perturbar las transmisiones de radio a larga distancia (que se reflejan en la ionosfera), aparte de las transmisiones de señales a frecuencia ultra baja para comunicar con submarinos a gran profundidad o para realizar observaciones subterráneas de gran precisión.
En esta ocasión, sin embargo, en vez de esperar a que desapareciera una aurora boreal natural que ocurría una noche de marzo de 2004, los investigadores del Haarp encendieron las antenas y las orientaron hacia una región algo más baja (110 kilómetros de altura) que la que generalmente es excitada en sus experimentos. Para su sorpresa, los telescopios ópticos detectaron un punto verde brillante que aparecía y desaparecía en el cielo.
Científicos de la Universidad de Alaska Fairbanks, la Universidad de Cornell, la Universidad de Colorado en Denver, la Universidad de Florida y el Instituto de Tecnología de Georgia llevarán a cabo una variedad de experimentos en el sitio de investigación operado por la UAF.
Los experimentos se centrarán en la ionosfera, la región de la atmósfera entre 48 y 563 km sobre la superficie de la Tierra.
El proyecto HAARP y los estudios de la ionosfera
Los científicos investigarán los mecanismos de la ionosfera que causan las emisiones ópticas. También intentarán comprender si ciertas ondas de plasma (gas tan caliente que los electrones son desprendidos de los átomos) amplifican otras ondas de muy baja frecuencia e investigarán cómo los satélites pueden utilizar ondas de plasma en la ionosfera para detectar y evitar colisiones.
Cada día, el resplandor del aire podría ser visible hasta 480 km desde las instalaciones de HAARP ( High-frequency Active Auroral Research Program ) en Gakona. El sitio se encuentra a unas 322 km al noreste de Anchorage y a 370 km al sureste de Fairbanks, o alrededor de 300 a 350 kilómetros.
HAARP crea brillo en el aire excitando electrones en la ionosfera de la Tierra, de manera similar a cómo la energía solar crea la aurora natural, con pulsos de encendido y apagado de transmisiones de radio de alta frecuencia.
El Instrumento de Investigación Ionosférica de HAARP, un conjunto en fase de 180 antenas de alta frecuencia repartidas en 33 acres, puede irradiar 13,5 hectáreas hacia la atmósfera superior y la ionosfera.
El resplandor del aire, si es visible, aparecerá como una mancha roja tenue o posiblemente verde. Debido a la forma en que opera el ojo humano, el resplandor del aire podría ser más fácil de ver si se mira justo hacia un lado.
HAARP creará un resplandor de aire en un punto específico del cielo. El ángulo de visibilidad para cualquiera que quiera buscarlo dependerá de la distancia de la persona a HAARP.
Las frecuencias de transmisión HAARP variarán, pero se producirán entre 2,8 y 10 megahercios. Los días y horas de transmisión reales son muy variables según las condiciones ionosféricas y/o geomagnéticas en tiempo real .
En 2021, la Fundación Nacional de Ciencias otorgó al Instituto Geofísico de la UAF una subvención de cinco años y 9,3 millones de dólares para establecer el Observatorio Geofísico Subauroral en HAARP. El observatorio explora la atmósfera superior de la Tierra y el entorno geoespacial.
La subvención ha apoyado varias campañas de investigación de HAARP, incluida ésta. También ayudó a financiar el regreso a HAARP de la Escuela de Verano de Aeronomía Polar y Radiociencia, que acogió a más de 50 investigadores en agosto.
La Fuerza Aérea originalmente desarrolló y era propietaria de HAARP, pero transfirió los instrumentos de investigación a la UAF en agosto de 2015. La UAF opera el sitio bajo un acuerdo con la Fuerza Aérea.
Con información de: https://www.tiempo.com/ https://www.revistaesfinge.com/