Con una altura de 34.4 metros, certificada por peritos del Libro Guinness de los récords, el tornado artificial cumple con una insólita misión, ya que se trata de un dispositivo antiincendios de lo más original.
El flamante Museo de Mercedes-Benz alberga a los más importantes ejemplares de la historia del automóvil. Su estilo arquitectónico de avanzada representa la fascinación por la tecnología que poseen la empresa, sus clientes y admiradores. Compuesto por una estructura de nueve niveles repleta de verdaderas obras maestras de la industria automotriz, dispone de luminosos espacios amplios y ventilados, que sin embargo ofrecían ciertos problemas de seguridad para el edificio. Como su recorrido perimetral impide la instalación de muros cortafuegos para sofocar un eventual incendio, los arquitectos que lo diseñaron optaron por una solución brillante y sofisticada para cumplir con las estrictas normas alemanas de prevención y extinción de incendios.
En el sector central del techo del museo, se colocó un sistema extractor de 144 toberas para expulsar rápidamente el humo del lugar ante un incendio. El aire es empujado desde la periferia del edificio hacia arriba, con una potencia de succión enorme que genera un vórtice ascendente justo en medio de la estructura, moviendo las 28 toneladas métricas del aire circundante. Para aumentar la espectacularidad del efecto, durante las pruebas del sistema (que vemos en las fotografías y en el video que acompañan a este artículo) se usó el mismo tipo de humo de las discotecas para apreciar mejor al torbellino y su efectividad.
El tornado artificial fue probado inicialmente en una maqueta a escala 1:18 del museo, que incluía costosos modelos en miniatura de los automóviles exhibidos. Los alentadores resultados conseguidos llevaron a los arquitectos a implementar este sorprendente sistema de extracción de humo, convocando para su inauguración a expertos en récords mundiales del Libro Guinness que dictaminaron que se trata del tornado artificial de mayor altura en el mundo entero.
El vórtice del tornado se forma en sólo siete minutos; una velocidad que permitiría salvar muchas vidas en caso de incendio, al reducir el riesgo de asfixia. Y además, se ha transformado sin lugar a dudas en una de las principales atracciones del museo.
2 Comments
Matias
siempre he imaginado la creación artificial del tornados y huracanes de la mano del hombre, ojala algún día el hombre los pueda controlar para evitar catastrofes, aunque pensandolo mejor que la madre naturaleza ejarza su voluntad. En manos equivocadas dicho control seria muy peligroso. No, Bush???
pablo
ajajajajaajajja es verdad bush alejate de esa cosa