Warka Water es un ejemplo, una estructura vertical inspirada en un árbol nativo de Etiopía que extrae agua del aire y, de ese modo, ayudar a paliar la escasez en lugares con poca lluvia o difícil acceso al agua.
Se trata de una torre fabricada con bambú y una red de plásticos biodegradables. Se encarga de cosechar el agua de la niebla y atrapar el rocío en su estructura, por decirlo de alguna forma, canalizándolos hasta un tanque. Este proceso sucede sobre todo por la noche, cuando la temperatura del aire está por debajo del punto de rocío y la condensación produce mayor cantidad de agua.
El agua es la fuente de la vida y todos los seres humanos tenemos una alta necesidad de agua dulce por lo que constantemente tenemos que explorar y crear nuevas e innovadoras técnicas para su obtención.
Lamentablemente la calidad del agua y su disponibilidad está disminuyendo rápidamente debido a la contaminación, la creciente deforestación, el cambio climático y la desertificación.
Afortunadamente los árboles hacen mucho por nosotros: apoyan la vida, crean recursos y refugios. En la cultura etíope pastoral, el árbol Warka es una institución, su sombra es utilizada para las reuniones públicas tradicionales, la educación escolar y otras actividades similares.
Aunque los Warka forman parte importante del ecosistema de Etiopía y la cultura en general dentro del país, ahora se ven amenazados porque han sufrido una deforestación del 60% tan sólo en los últimos 40 años haciendo que su desaparición se acerque.
El proyecto Warka: una torre de bambú para recoger agua potable
Aunque haya quedado un poco olvidada, la técnica de recolectar agua del aire no es nueva. Y ahora Warka Water se ha convertido en una estructura vertical inspirada por este árbol autóctono de Etiopía que extrae agua del aire.
Arturo Vittori es el fundador de este proyecto y tiene un amplio recorrido llevando agua potable, saneamiento e higiene a las comunidades mas aisladas del mundo y ahora ofrece una fuente de agua alternativa que pueda abastecer a las poblaciones rurales que se encuentran aisladas, donde las tuberías e infraestructuras tradicionales no están disponibles y donde no se puede acceder al agua de los pozos.
Todo el sistema del proyecto Warka está inspirado en la tecnología de los atrapanieblas, que son un invento barato y perspicaz que permite conseguir agua en el desierto y que ya se usa en algunas regiones.
Se recolecta el agua del rocío y de la niebla para ayudar a las zonas afectadas por la sequía
Warka water se encuentra fabricada con bambú y una red de plástico biodegradable, y con esto puede cosechar el agua de la niebla y atrapar el rocío en su estructura llevando todo hacia un tanque.
El proceso suele suceder por las noches, cuando la temperatura del aire se encuentra por debajo del punto de rocío y la condensación produce mayor cantidad de agua.
La torre no requiere ningún tipo de electricidad, es barata, fácil de construir y necesita un mantenimiento mínimo que pueda ser montado y operado por los aldeanos.
El sistema tiene 10m de altura, 4,2m de acho y es capaz de recolectar 99 litros de agua potable al día. Lo mejor de todo el invento es que, además de aprovechar creativamente las bondades de la naturaleza, también es totalmente sostenible porque está hecha con materiales biodegradables y 100% reciclables.
Seguramente, muy pronto será normal ver a las comunidades desfavorecidas descansando a la sombra de un gran árbol tecnológico recolectar de humedad.
Vía: https://noticiasambientales.com/
Fotografía de portada: Fotografía: crédito de https://www.metalocus.es/