Desde hace unos años, las olas de calor extremas han ido en aumento debido al cambio climático y sus efectos se observan con más frecuencia en la salud.
Así lo indica un estudio reciente de la Universidad de Pensilvania, que indicó que el calor extremo provocó entre 600 y 700 muertes más por enfermedades cardiovasculares al año durante una década en Estados Unidos.
En el documento explican que Estados Unidos tiene aproximadamente tres veces más olas de calor que en la década de 1960. Las altas temperaturas pueden ejercer una mayor presión sobre el corazón y desencadenar ataques cardíacos y otros problemas cardíacos.
Además, algunos factores de riesgo de enfermedades cardíacas, como la diabetes, así como los medicamentos para el corazón, como los diuréticos y los betabloqueantes, pueden afectar a la capacidad de una persona para regular su temperatura corporal y dificultar el manejo del calor extremo.
Se trata de un primer estudio que evalúa las tendencias de las muertes por enfermedades cardíacas durante eventos de calor extremo a escala nacional. Los investigadores señalan que los estudios anteriores, centrados en ciudades concretas o basados en el calor como causa oficial de muerte, probablemente subestimen el verdadero número de víctimas de estos fenómenos.
Para este estudio, su equipo analizó las tendencias de temperatura y las muertes relacionadas con el corazón en los 3108 condados de los Estados Unidos. Los investigadores determinaron la temperatura máxima diaria promedio de cada condado entre 1979 y 2007, y luego identificaron los días de calor extremo entre 2008 y 2017. Estos últimos se definieron como aquellos en los que el índice de calor alcanzó los 32 grados Celsius o más.