Una erupción volcánica empuja las temperaturas globales por encima de 1,5 °C

Estudios demuestran con simulación climática que las erupciones volcánicas extremadamente grandes podrían calentar significativamente el clima de la Tierra y acabar con la capa de ozono que protege la vida de la radiación ultravioleta del Sol.

El 15 de enero de 2022 entró en erupción el volcán submarino provocando un tsunami y una gran onda de choque acústica. Normalmente, las erupciones volcánicas liberan a la atmósfera sustancias como el dióxido de azufre (SO2) que, en grandes cantidades y si llega a la estratosfera, enfría temporalmente la superficie terrestre, como ya hemos explicado en Maldita.es.

Según el estudio publicado en julio en Geophysical Research Letters, en la erupción del Hunga Tonga-Hunga Ha’apai las inyecciones de dióxido de azufre y cloruro de hidrógeno (HCl) en la estratosfera fueron relativamente “normales”. Pero, al estar la caldera volcánica bajo el agua, la erupción levantó una columna de vapor de agua excepcional que alcanzó el mayor volumen registrado por la NASA desde que elabora mediciones y penetró directamente en la estratosfera, indica el estudio.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford, en colaboración con un colega del Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados, ha creado modelos de transferencia radiativa para ayudar a estimar los cambios de temperatura global en los próximos años debido a la erupción de Tonga el año pasado.

En su artículo publicado en la revista Nature Climate Change, el grupo sugiere que el impacto será lo suficientemente grande como para empujar las temperaturas globales promedio temporalmente por encima del límite de aumento de 1,5 °C previsto en el Acuerdo de París en 2015.

La singular y única erupción del volcán submarino de Tonga

En enero de 2022, el volcán submarino Hunga Tonga–Hunga Ha’apai entró en erupción con tanta fuerza que envió enormes cantidades de ceniza, gas y agua a la atmósfera. A diferencia de otras grandes erupciones, la explosión envió cantidades masivas de agua (146 millones de toneladas métricas) a la atmósfera, lo que tiene un efecto de calentamiento. Debido a que la explosión fue tan poderosa, gran parte de esa agua llegó hasta la estratosfera, lo que significa que tardará muchos años en volver a caer a la Tierra.

En este nuevo esfuerzo, los investigadores utilizaron modelos de transferencia radiativa para estimar el impacto en la temperatura global de la explosión de toda esa agua en la estratosfera. Encontraron un efecto de calentamiento de 0,12 vatios por metro cuadrado, poco después de la explosión. Luego utilizaron los datos del modelo como entrada a un modelo climático estándar para hacer estimaciones sobre los posibles aumentos de la temperatura global promedio durante los 10 años posteriores a la erupción.

Resultados de la modelización

Los investigadores trazaron sus estimaciones bajo dos escenarios: baja emisión y emisión moderada. En ambos escenarios, los gráficos mostraron mayores posibilidades de que las temperaturas globales promedio superen el hito de 1,5 °C en un año determinado. El primero mostraba que la posibilidad subía del 50% al 57%, mientras que el segundo mostraba que subía del 60% al 67%.

Los investigadores sugieren que si se alcanza el hito de 1,5 °C en los próximos años, la comunidad mundial no debería considerarlo un fracaso porque se debería a un factor natural. Por lo tanto, todos los esfuerzos para continuar reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero deben continuar según lo planeado.

Cómo se conjugan otros factores climáticos

La Niña tiende a desaparecer durante 2023, fase fría en aguas del Pacífico central y barras azules en el siguiente gráfico, dar paso a ENSO-neutral, barras grises, y después dar una fase cálida de las temperaturas del agua del mar del Pacífico ecuatorial central, El Niño en barras rojas. En esta fase cálida suele haber un impulso en el aumento de las temperaturas globales en unas décimas de grado. Todo ello unido a un aumento de los gases efecto invernadero, GEI, en 2023.

Si estos tres elementos se unen de forma eficiente (aumento de vapor de agua en la estratosfera por el volcán, fase cálida de El Niño y aumento de GEI), entonces 2023 podría tener ciertas posibilidades en superar el umbral crítico de los 1,5 ºC.

Con información de: https://www.tiempo.com/ https://maldita.es/

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