La tormenta de Santa Rosa aparecerá con tiempo seco y afectará a varias provincias argentinas. ¿Qué dicen los pronósticos? ¿Mito o realidad?.
La histórica tormenta de Santa Rosa ha experimentado cambios a lo largo de los años. Aunque parezca increíble, agosto siempre terminaba con una tormenta de viento y polvo, conocida como la tormenta de Santa Rosa de Lima. Esta tormenta está vinculada con la festividad de Santa Rosa de Lima en Perú y se le asocia con un evento ocurrido en 1615.
En la historia popular, cuenta que Isabel Flores de Oliva, la primera santa de América bajo el nombre de Santa Rosa de Lima, en 1615 logró espantar con una tormenta, que surgió de la nada, a una banda de corsarios holandeses que querían saquear Lima en Perú.
El 30 de agosto es una fecha crucial para la tormenta, cuando la ciudad de Lima quedó protegida y los devotos comenzaron a atribuir el fenómeno a la influencia mística de Santa Rosa. Esta leyenda se ha extendido a Argentina, especialmente en las áreas del Río de la Plata, Córdoba y Cuyo, convirtiéndose en una tradición esperada cada fin de agosto.
La tormenta de Santa Rosa es un término popular que describe un temporal en el hemisferio sur alrededor del 30 de agosto. Sin embargo, a veces se relaciona con cambios meteorológicos que pueden ocurrir antes o después de esa fecha. ¿Es esto un mito o una realidad?
¿Es la tormenta de Santa Rosa un fenómeno puntual?
Aunque se espera que la tormenta de Santa Rosa ocurra el 30 de agosto, fecha dedicada a la patrona, los datos del Servicio Meteorológico Nacional Argentino (SMN) desde 1906 muestran que solo en siete ocasiones la tormenta se produjo exactamente en esa fecha: en 1955, 1971, 1980, 1991, 1992, 1993 y 1999.
Con el tiempo, la creencia popular se ha adaptado, sugiriendo que el fenómeno puede ocurrir hasta tres días antes o después del 30 de agosto. Un análisis estadístico para la Ciudad de Buenos Aires, que abarca desde 1870 hasta 2004, reveló que solo el 12% de las tormentas verificadas ocurrieron dentro de un rango de cinco días antes o después de la fecha.
Incluso extendiendo el rango a diez días, los datos no son concluyentes. En los últimos 107 años, se registraron precipitaciones en 58 ocasiones (el 54% de los años), pero no todas fueron tormentas.