Miles de kilómetros de nieve y hielo en montañas convierte en un continente completamente blanco, pero esto está cambiando. El avance de la vegetación en áreas donde suele ser inusual se nota día a día.
Estos cambios se van produciendo paulatinamente y las franjas de transición son bastante amplias. Ello no impide que en todas las montañas se formen “pisos de vegetación” (o “pisos bioclimáticos”) con características bien diferenciadas.
Los pisos bioclimáticos reflejan la disposición de la cubierta vegetal y de los ecosistemas de montaña en función de los climas reinantes en las sucesivas franjas de altitud. Cada piso bioclimático alberga una serie de comunidades de organismos que son diferentes en las distintas regiones del mundo pero que, pese a ello, comparten diversos rasgos esenciales y generan ambientes comparables en todas las montañas.
El paisaje blanco se transforma en verde ya que la subida de las temperaturas facilita la expansión de distintas especies vegetales. En particular, el fenómeno que más preocupa a los científicos es el creciente florecimiento de algas microscópicas. Si bien las algas que crecen en la zona son diminutas, cuando florecen en masa transforman la zona en un verde brillante que hasta puede verse desde el espacio,
El cambio climático y el calentamiento global tienen consecuencias directas sobre la Tierra, algo que se nota, sobre todo, en los grandes espacios naturales, como es el caso de los Alpes. De hecho, investigadores de de la Universidad de Lausana y la Universidad de Basilea, en Suiza, han utilizado datos de satélite para demostrar que el calentamiento global tiene un impacto especialmente pronunciado en la región alpina, que es cada vez más verde.
De hecho, han comprobado que la vegetación por encima de la línea de árboles ha aumentado en casi el 80% de los Alpes, mientras que la capa de nieve también está disminuyendo, aunque hasta ahora solo ligeramente, según publican en la revista ‘Science’.
El motivo de los Alpes verdes: el deshielo de los glaciales
Por ello, el motivo por el que los Alpes se están volviendo más verdes el, precisamente, el deshielo de los glaciares, que se ha convertido en un símbolo del cambio climático en esta zona.
La reducción de la capa de nieve ya es visible desde el espacio, pero no es en absoluto el mayor cambio, según concluye un equipo de investigación dirigido por la profesora Sabine Rumpf, de la Universidad de Basilea, y los profesores Grégoire Mariéthoz y Antoine Guisan, de la Universidad de Lausana.
En colaboración con colegas de los Países Bajos y Finlandia, los investigadores estudiaron el cambio de la cubierta de nieve y la vegetación utilizando datos de satélite de alta resolución desde 1984 hasta 2021. Durante este periodo, la biomasa vegetal por encima de la línea de árboles aumentó en más del 77% del área observada. Este fenómeno de «reverdecimiento» debido al cambio climático ya está bien documentado en el Ártico y empieza a detectarse también en las montañas.
«La escala del cambio ha resultado ser absolutamente masiva en los Alpes», afirma Sabine Rumpf, autora principal del estudio y, desde febrero, profesora adjunta de la Universidad de Basilea. Los Alpes son cada vez más verdes porque las plantas colonizan nuevas zonas y la vegetación es, en general, más densa y alta.
Los estudios anteriores se han centrado principalmente en la influencia del calentamiento global sobre la biodiversidad alpina y los cambios en la distribución de las especies vegetales. Sin embargo, hasta ahora nadie había realizado un análisis tan completo de los cambios en la productividad de la vegetación en los Alpes.
Cambio en las precipitaciones
Los autores demuestran que el aumento de la biomasa vegetal se debe principalmente a los cambios en las precipitaciones y a la prolongación de los períodos de vegetación como consecuencia del aumento de las temperaturas.
«Las plantas alpinas están adaptadas a condiciones duras, pero no son muy competitivas -precisa Rumpf-. A medida que las condiciones ambientales cambian estas especies especializadas pierden su ventaja y son superadas por la competencia y la biodiversidad única de los Alpes está, por tanto, sometida a una presión considerable».
En contraste con la vegetación, la extensión de la cubierta de nieve por encima de la línea de árboles sólo ha cambiado ligeramente desde 1984. Para su análisis, los investigadores excluyeron las regiones por debajo de los 1.700 metros, los glaciares y los bosques.
Una tendencia preocupante
En el resto de las regiones, descubrieron que la cubierta de nieve había disminuido significativamente en casi el 10% de la zona. Puede que esto no parezca mucho, pero los investigadores se empeñan en subrayar que se trata, no obstante, de una tendencia preocupante.
«Los análisis anteriores de los datos de los satélites no habían identificado ninguna tendencia de este tipo -explica Antoine Guisan, uno de los dos autores principales del estudio-. Esto puede deberse a que la resolución de las imágenes de satélite era insuficiente o a que los periodos considerados eran demasiado cortos».
«Desde hace años, las mediciones locales sobre el terreno muestran una disminución de la profundidad de la nieve en las zonas bajas -añade Grégoire Mariéthoz-. «Esta disminución ya ha provocado que algunas zonas queden prácticamente sin nieve». A partir de los datos del satélite, es posible distinguir si una zona concreta está cubierta de nieve o no, pero no permite sacar conclusiones sobre la profundidad de la nieve.
A medida que continúe el calentamiento global, los Alpes pasarán cada vez más del blanco al verde, creando un círculo vicioso. «Las montañas más verdes reflejan menos luz solar y, por tanto, provocan un mayor calentamiento y, a su vez, una mayor reducción de la capa de nieve reflectante», afirma Rumpf.
El calentamiento también provoca un mayor derretimiento de los glaciares y la descongelación del permafrost, lo que puede dar lugar a más desprendimientos de tierra, desprendimientos de rocas y flujos de lodo. Además, Rumpf subraya el importante papel de la nieve y el hielo de los Alpes en el suministro de agua potable y, no menos importante, para el ocio y el turismo.
Fuente: 20minutos