Más ciudades, más casas, más carreteras. Para todos estos proyectos, necesitamos sobre todo una cosa: arena. ¿De dónde se extrae y qué importancia tiene esta materia prima para la economía?
Las costas alrededor del mundo, están cada vez más en peligro. La razón es el hambre global de extraer arena. Por un lado, necesitamos más en todo el mundo para construir casas y carreteras.
“La arena, como materia prima de construcción, es importante”, explica el geólogo económico Harald Elsner del Instituto Federal de Geociencias y Recursos Naturales (BGR), en Hannover. El BGR aboga por el uso sostenible de los recursos naturales y asesora al Gobierno federal en este tema. Los representantes del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) estiman que el consumo anual mundial de arena y grava supera los 40.000 millones de toneladas.
La industria necesita arena de cuarzo
También es importante la arena de cuarzo. La industria del vidrio, del plástico o de la química la necesita “especialmente en los países industrializados”, dice Elsner. “La arena es indispensable”, según el geólogo. Solo en Alemania, se extraen alrededor de 100 millones de toneladas cada año. Si hay una buena racha en la industria de la construcción, puede ser incluso más, replica Elsner. “Tenemos suerte de tener tantas fuentes de donde extraer arena”. En Alemania, hay recursos suficientes para satisfacer las necesidades del país. Gracias a los depósitos y fuentes de arena, de los cuales algunos se remontan a la Edad de Hielo, no hay que importarla, lo que no solo sería costoso, sino también nefasto para el medio ambiente.
¿Cuánto tiempo durarán las canteras y depósitos naturales de arena? “Hasta ahora nadie ha logrado calcular eso en serio”, dice Elsner. Geológicamente, sin embargo, debería ser por varios miles de años. Sin embargo, no podemos acceder a todas las canteras y depósitos debido a que se hallan en zonas construidas. Pero los que sí son accesibles, tendrían que bastar durante muchas décadas e incluso siglos, según Elsner.
Este hecho es particularmente positivo para la industria de la construcción en Alemania, que depende en gran medida de la arena y la grava. Se estima que la economía alemana se detendría en una semana, si la industria de la construcción ya no produjera arena y grava. En 2016, se vendieron arena y grava por valor de 1.600 millones de euros, según Elsner. Sin contar los diez millones de toneladas de arena de cuarzo valoradas en 212 millones de euros, y los productos resultantes.
China, el mayor consumidor de arena
Para mantener nuestro nivel de vida habitual con casas modernas y carreteras en buen estado, la arena desempeña un papel relevante. Esto también es así en otras partes del mundo: se construyen edificios más altos, más lejos y mejores. “Suponemos que China consume la mayor cantidad de arena por un margen considerable”, estima el experto del BGR. A este le siguen los principales países y ciudades industrializados: EE. UU., Taiwán, Hong Kong, Singapur, y en Europa, sobre todo Alemania.
En muchos países, sin embargo, no es tan fácil acceder a la arena para la construcción requerida: por ejemplo, la arena del desierto no es adecuada para la construcción. Los granos están muy pulidos, por lo que no ofrecen soporte. Dos empresarios de Turingia han desarrollado un método para producir hormigón polimérico a partir de arena del desierto, que luego puede usarse para construir casas, pero no es aún posible para la producción en masa.
Vender arena a los árabes
Incluso ciudades como Dubai o Abu Dhabi importan miles de toneladas de arena cada año para realizar sus proyectos de construcción, incluso estando rodeadas de arena. La valiosa arena de construcción se compra por barco parcialmente en la lejana Australia. Con el fin de saciar el hambre de construir en Singapur y proporcionar suficiente tierra firme para los rascacielos, la isla importa arena, por ejemplo, de los estados limítrofes. Las grandes perjudicadas son principalmente las islas de Indonesia: ya han desaparecido más de 20. En 2007, sin embargo, el gobierno de Indonesia dejó de suministrar arena a Singapur. Por cierto, lo mismo se aplica a las costas africanas: en Zanzíbar, las playas paradisíacas están desapareciendo, para que haya suficiente arena para los proyectos de construcción en el continente.
Hábitat caro
Hasta ahora, las playas alemanas no se ven afectadas por el robo de arena. Esta no es solo un recurso para la construcción, sino que también proporciona un hábitat, que cada año se ve amenazado. Por ejemplo, las islas alemanas, como Sylt, sufren tempestades invernales. Después de un fin de semana ventoso, la famosa isla puede perder hasta 100.000 metros cúbicos de arena en la costa oeste de la isla, unos 725 campos de voleibol de playa. Para proteger a la isla de las fuerzas de la naturaleza, cada año se bombea, después de la temporada de tempestades, alrededor del millón de metros cúbicos de arena desde el fondo del mar a la playa. Desde hace aproximadamente 40 años, los habitantes de Sylt protegen así su isla. “Eso es un problema de costos”, dice Harald Elsner, quien está seguro de que hoy, sin estas medidas, solo quedaría una pequeña parte de la isla.
Según el experto Elsner, la arena es básicamente un recurso finito, pero: “Crear pánico por la arena en Alemania no es apropiado, pero observar el mercado mundial de la arena es sin duda de interés”.
Vía: mundoagropecuario