El 1 de abril de 1960, el satélite TIROS I consiguió dos honores simultáneos: convertirse en el primer satélite meteorológico de la Historia, y obtener la primera imagen de televisión de la Tierra desde el espacio, que podemos ver a continuación.
Este satélite experimental fue diseñado para obtener imágenes televisivas en órbita de las condiciones meteorológicas reinantes en el planeta.

Su objetivo era demostrar que los satélites podrían ser herramientas muy útiles para analizar la atmósfera terrestre y los eventos climáticos que tenían lugar en la superficie de la Tierra. Objetivo que logró con creces durante su funcionamiento.

El dispositivo pesaba unos 120 kilos y poseía dos cámaras de televisión de diferentes resoluciones, junto con un par de grabadoras de cinta que registraban las imágenes cuando el satélite se encontraba fuera del rango de comunicaciones, para su posterior retransmisión. La energía se obtenía por medio de baterías alimentadas por un panel con 9200 celdas solares.

Durante su breve período de funcionamiento de sólo 78 días, el TIROS I tomó más de 22 mil fotografías y se convirtió en el precursor de una nueva era en el campo de la meteorología. Luego de su resonante éxito, el programa TIROS siguió en marcha. Entre 1960 y 1965 fueron lanzados otros nueve satélites cada vez más perfeccionados. El penúltimo de ellos, el TIROS IX, captó por primera vez una imagen meteorológica compuesta que mostraba el estado del tiempo simultáneo de todo el planeta.
