En el lecho del océano existe una criatura con cierta característica a «inmortal», no por que no pueda ser la presa de algún depredador, si no por que el tiempo parece no afectarle. Te presentamos a la medusa que no envejece.
Según los científicos son las criaturas más longevas de la historia y existen desde hace 500 millones de años, dato extraído tras numerosos estudios de los fósiles encontrados, por lo que no resulta descabellado dar con ejemplar los cuales puedan vivir muchísimo tiempo.
Las medusas, al ser gelatinosas y no poseer músculos ni huesos, tienen una gran flotabilidad, su cuerpo está compuesto en un 95% de agua y no consumen casi energía en sus movimientos, dejándose arrastrar por corrientes oceánicas de forma pasiva. Hay ciertas medusas que poseen capacidades de natación, gracias a un mecanismo de propulsión que expulsa el agua de su cuerpo y hace que esta se mueve hacia delante.
Cuando una medusa intenta poner en movimiento su cuerpo, lo contrae utilizando las células nerviosas que controlan su cuerpo, expulsando el agua en una dirección determinada e impulsando el cuerpo de la medusa en contra. Hay medusas que son capaces de nadar a una gran velocidad, como la avispa de mar, alcanza una velocidad de 5km por hora. Más allá de las características principales de estos ejemplares, nuevos estudios pudieron la lupa en una en particular, una especie que posee sorprendentes características a «inmortal».
La medusa inmortal habita en el Mar Mediterráneo y en las aguas de Japón, es una especie de tamaño pequeño. Estas criaturas comienzan su vida como igual que otras especies de medusas, como larvas (plánulas) minúsculas que nadan libremente en el mar. Luego se convierten en pólipos hasta que crecen lo suficiente para alcanzar la madurez sexual y finalmente se les puede observar como medusas pequeñas en el océano.
Pero su principal característica es que son biológicamente inmortales, lo que significa que en cualquier punto de su desarrollo pueden revertir el envejecimiento, regresando a su etapa de pólipo. El ciclo puede repetirse una y otra vez, hasta que eventualmente algún depredador termine con la vida de la medusa.
Los seres de la naturaleza tienen una constante: nacen, crecen, se reproducen y mueren. Es un mantra que hemos aprendido en la escuela una y otra vez, y que los biólogos conocen perfectamente ya que es el comportamiento de todas las criaturas de la Tierra, o casi todas. Existe una medusa que desafía esta ley de la naturaleza, es la medusa inmortal cuyo nombre científico es Turritopsis dohrnii y parece no envejecer nunca.
Investigadores de la Universidad de Oviedo, han conseguido finalmente descifrar el genoma de la medusa inmortal y con esto, comprender la causa de la extraña inmortalidad de la medusa. Cómo es que T. dohrnii ha logrado evitar la muerte por envejecimiento es un cuestionamiento que tiene asombrados a los expertos y esperan encontrar más respuestas al respecto.
El genoma que desafía a la muerte
Los investigadores descubrieron la clave de la inmortalidad biológica de la pequeña medusa, encontraron que la clave desde luego está en el genoma. Los genes de T. dohrnii están asociados mayormente “con la replicación y la reparación del ADN, el mantenimiento de los telómeros, la renovación de la población de células madre, la comunicación intercelular y la reducción del ambiente celular oxidativo”, explican los autores del artículo.
En otras palabras, los procesos que se llevan a cabo en la naturaleza de las medusas, están asociados claramente con la longevidad y el envejecimiento saludable. Antes de que las medusas alcancen la edad más avanzada que eventualmente las lleve a la muerte, generan cambios en la expresión génica y revierten el envejecimiento mediante el silenciamiento de genes mediados por la denominada ruta ‘Polycomb’.
Es decir, que logran echar marcha atrás al envejecimiento gracias a sus células especializadas que logran desdiferenciarse (revertir) y así, adquieren la capacidad de convertirse en cualquier otro tipo de célula.
Aún queda mucho por investigar los mecanismos mediante los cuales la medusa inmortal desafía a la ley de la naturaleza. Sin embargo, esta investigación abre una nueva vía para comprender cómo es que el genoma se comporta para evadir el envejecimiento.
Con información de: https://ecoosfera.com/