Un nuevo informe revela el por que las tasas de mortalidad de los árboles tropicales se han duplicado en los últimos 35 años.
El mapeo de las causas de la muerte de los árboles es importante porque ayuda a los científicos a comprender cómo las reservas de carbono del mundo, almacenadas en los bosques, se ven afectadas por estas perturbaciones y la frecuencia con que ocurren.
Un análisis global revela por primera vez que en casi todas las especies de árboles, los árboles de crecimiento rápido tienen una esperanza de vida más corta. Este estudio internacional también cuestiona las predicciones de que un mayor crecimiento de los árboles significa un mayor almacenamiento de carbono en los bosques a largo plazo.
Actualmente, los bosques absorben grandes cantidades de dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera. Se cree que esto se debe a las temperaturas más altas y al abundante CO2 que estimula el crecimiento de los árboles, lo que les permite absorber más CO2 a medida que crecen.
Recientes investigaciones revelan el por qué
Los árboles tropicales en las selvas de Australia han estado muriendo al doble de la tasa anterior desde la década de 1980, aparentemente debido a los impactos climáticos. Esto es lo que muestran los hallazgos de un estudio internacional de largo plazo publicado este miércoles en la revista de divulgación científica Nature. Esta investigación ha encontrado que las tasas de mortalidad de los árboles tropicales se han duplicado en los últimos 35 años, ya que el calentamiento global aumenta el efecto de secado de la atmósfera. El deterioro de dichos bosques reduce la biomasa y el almacenamiento de carbono, lo que dificulta cada vez más mantener las temperaturas máximas globales muy por debajo del objetivo de 2 grados centígrados, como lo exige el Acuerdo de París.
El estudio, dirigido por investigadores del Centro de Investigación Ambiental Smithsonian y la Universidad de Oxford, y el Instituto Nacional de Investigación para el Desarrollo Sostenible (IRD) francés, ha utilizado registros de datos excepcionalmente largos de las selvas tropicales de Australia. Encuentra que las tasas promedio de muerte de árboles en estos bosques se han duplicado en las últimas cuatro décadas. Los investigadores encontraron que los árboles viven alrededor de la mitad del tiempo, lo cual es un patrón consistente en todas las especies y sitios de la región. Además de que los impactos se pueden ver desde la década de 1980, según los científicos.
David Bauman, ecólogo de bosques tropicales del Smithsonian, Oxford y el IRD, y autor principal del estudio, sostiene: «Fue impactante detectar un aumento tan marcado en la mortalidad de los árboles, y una tendencia consistente en la diversidad de especies y sitios que estudiamos. Una duplicación sostenida del riesgo de mortalidad implicaría que el carbono almacenado en los árboles regresa dos veces más rápido a la atmósfera».
El cambio climático como factor
Sean McMahon, científico investigador principal del Smithsonian y autor principal del estudio, dice: «Se necesitan muchas décadas de datos para detectar cambios a largo plazo en organismos longevos, y la señal de un cambio puede verse superada por el ruido de muchos procesos». Los doctores Bauman y McMahon escriben en el reporte: «Un resultado notable de este estudio es que no solo detectamos un aumento en la mortalidad, sino que este aumento parece haber comenzado en la década de 1980, lo que indica que los sistemas naturales de la Tierra pueden haber estado respondiendo al cambio climático durante décadas».
El profesor de Oxford Yadvinder Malhi, coautor del estudio, dice: «En los últimos años, los efectos del cambio climático en los corales de la Gran Barrera de Coral se han vuelto bien conocidos. Nuestro trabajo muestra que, si miras hacia la costa desde el arrecife, las famosas selvas tropicales de Australia también están cambiando rápidamente. Además, el factor impulsor probable que identificamos, el efecto cada vez mayor de secado de la atmósfera causado por el calentamiento global, sugiere aumentos similares en las tasas de mortalidad de los árboles en los bosques tropicales del mundo».
Es por esta sospecha que los científicos temen que las selvas pasen de ser sumideros de carbono a emisores: «Si ese es el caso, los bosques tropicales pronto podrían convertirse en fuentes de carbono, y el desafío de limitar el calentamiento global muy por debajo de 2 grados centígrados se vuelve más urgente y más difícil».
El estrés hídrico
Estudios recientes en la Amazonía también han sugerido que las tasas de mortalidad de los árboles tropicales están aumentando, lo que debilita el sumidero de carbono. Pero la razón no está clara. Las selvas intactas son grandes almacenes de carbono y hasta ahora han sido sumideros de carbono, actuando como frenos moderados en la tasa de cambio climático al absorber alrededor del 12% de las emisiones de dióxido de carbono causadas por la actividad humama.
Al examinar los rangos climáticos de las especies de árboles que muestran las tasas de mortalidad más altas, el equipo sugiere que el principal impulsor del clima es el creciente efecto de secado de la atmósfera. A medida que la atmósfera se calienta, extrae más humedad de las plantas, lo que provoca un mayor estrés hídrico en los árboles y, en última instancia, un mayor riesgo de muerte.
Cuando los investigadores analizaron los números, mostraron además que la pérdida de biomasa de este aumento de la mortalidad en las últimas décadas no ha sido compensada por las ganancias de biomasa del crecimiento de los árboles y el reclutamiento de nuevos árboles. Esto implica que el aumento de la mortalidad se ha traducido en una disminución neta del potencial de estos bosques para compensar las emisiones de carbono.
Vía: https://www.elagoradiario.com/