Los glaciares de la Tierra llevan más de medio siglo retrocediendo en silencio ante el avance imparable del cambio climático.
El derretimiento de los glaciares, fenómeno que se acentuó durante el siglo XX, nos está dejando un planeta sin hielo. La actividad humana es la mayor culpable con la emisión de dióxido de carbono y otros gases responsables del calentamiento terrestre. El nivel del mar y la estabilidad global dependen de la evolución de estas grandes masas de nieve recristalizada.
Estas grandes masas de hielo en movimiento se originan al compactarse y recristalizarse la nieve acumulada en lugares fríos, como es el caso, por ejemplo, de los glaciares de montaña y los glaciares polares, que no debemos confundir con las gigantescas placas del Ártico. Los glaciares se clasifican según su morfología —campo de hielo, glaciar de circo, glaciar de valle, etc.—, el clima —polar, tropical o templado— o la condición térmica —base fría, caliente o politermal—.
Un gigante de hielo que se extinguió
Ubicado entre las cordilleras nevadas del Monte Rainier y el Glacier Peak, un glaciar significativo en el estado de Washington ha desaparecido después de existir lleno de hielo y nieve durante milenios, según un investigador que lleva años monitoreándolo.
En esta franja de cordillera en las Cascadas de Washington al este de Seattle, la crisis climática asestó el golpe final al glaciar Hinman, el más grande de la región, según Mauri Pelto, glaciólogo del Nichols College. No son solo las Cascadas del Norte las que están perdiendo hielo. Los investigadores descubrieron recientemente que hasta la mitad de los glaciares del planeta podrían perderse para fines de siglo, incluso si se cumplen los ambiciosos objetivos climáticos globales del mundo, incluida la eliminación gradual de los combustibles fósiles.
Para hacerse una idea de la desaparición del glaciar Hinman, los expertos dicen que un llamado extraoficialmente “lago Hinman” ha reemplazado al antiguo glaciar, que contiene rastros de masas de hielo remanentes. A medida que el lago se llenaba del derretimiento de los glaciares, se hizo más difícil para los excursionistas atravesar esta parte de la cordillera.
Pelto dijo que ha estado visitando y observando el Mount Hinman durante 40 años. Y en el verano boreal de 2022, cuando las temperaturas se dispararon y un período de sequía implacable se apoderó del noroeste, Pelto lideró un equipo montaña arriba solo para ver la desaparición de Hinman.
“Ha desaparecido por completo. Este fue el glaciar más grande en esta parte de la cordillera, fue excepcional”, dijo Pelto a CNN. El glaciar podría reformarse, dijo, “pero a medida que continuemos aumentando de temperatura en el futuro, será aún menos hospitalario”.
Aproximadamente a 80 kilómetros al este de Seattle, en lo profundo de Alpine Lakes Wilderness, Hinman y sus glaciares vecinos han sido críticos para la población de salmón del noroeste del Pacífico, así como para otras especies acuáticas. Durante los períodos más cálidos y secos, Hinman alimentó el río Skykomish con una cantidad considerable de escorrentía glaciar fría. Pero el flujo ha disminuido significativamente a medida que avanza la crisis climática.
Esta disminución en el flujo de verano de los glaciares y el calentamiento del agua dulce reduce no solo la calidad de vida de los salmones, sino también la de las personas que dependen del río, dicen los expertos. Desde la década de 1950, los glaciares primarios que alimentan la cuenca del río Skykomish han perdido alrededor del 55% de su superficie. El año pasado, Pelto y su equipo midieron que el glaciar Columbia disminuyó en área en un 25%, Foss en un 70%, Lynch en un 40% y Hinman en un 95%.
David Shean, profesor de Ingeniería Civil y Ambiental que se enfoca en glaciares en la Universidad de Washington, dijo que él y sus colaboradores del Servicio Geológico de Estados Unidos han estado trabajando para cuantificar los cambios, incluidas las mediciones directas del volumen de hielo y el cambio de masa a lo largo del tiempo para contar la historia completa.
A medida que los glaciares se adelgazan y retroceden, dijo, pueden formar parches de hielo estancados en nichos que son menos susceptibles a temperaturas extremas. Pero estos parches de hielo a menudo son demasiado delgados para fluir cuesta abajo, lo cual es un criterio importante para que una masa de hielo se clasifique como un “glaciar”.
Muchos glaciares se formaron durante la última Edad de Hielo. Y aunque los glaciólogos, incluido Pelto, no están seguros de cuánto tiempo atrás se creó el glaciar Hinman, encontró una fuerte evidencia de que Hinman era más antiguo que la erupción del Monte Mazama, que creó el Lago del Cráter de Oregon, hace 7.000 años.
Todavía hay algo de esperanza, dijo Pelto. Para que un glaciar se forme y persista, necesita una acumulación de nevadas por encima de la media. Hinman necesitaría registrar una abundancia de nevadas superiores a la media en los próximos años para que se reforme. Pero con la velocidad a la que se está acelerando la contaminación que calienta el planeta, estos paisajes helados tal como los conocemos pueden ya no ser los mismos.
“La tasa de pérdida en las últimas décadas es más alta que a principios del siglo XX”, dijo Shean, señalando que los glaciares más pequeños son particularmente afectados. “Hemos visto más pérdida de hielo en los últimos 50 a 70 años para los glaciares más pequeños y de menor elevación en las Cascadas del Norte de Washington, en comparación con los glaciares más grandes y de mayor elevación, como los del Monte Rainier, por ejemplo”.
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