Los autores destacan que los patrones y mecanismos que explican la diversidad Beta a lo largo del gradiente altitudinal varían en los distintos segmentos andinos: norte, centro y sur.
La cordillera de los Andes se extiende por más de 7.000 kilómetros, ocupando la zona occidental de América del sur, bordeando toda la costa del océano pacífico. Se extiende desde el occidente de Venezuela hasta Tierra del fuego, atravesando Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia y sirve como frontera natural entre Chile y Argentina.
No se conoce exactamente el origen de su nombre, pero la teoría más aceptada se refiere a que “Andes” proviene del quechua “anti” que significa “cresta elevada”
Existen posiciones encontradas relacionadas a su formación, donde algunos geólogos indican que la “cordillera de los Andes” surgió de forma abrupta, llegando a los 4000 msnm en “apenas” 3 millones de años. En cambio, otros autores afirman que su crecimiento fue mucho más lento y se produjo al cabo de varias decenas de millones de años.
A lo largo de los Andes el cambio de riqueza de especies responde, en distinto grado, al mecanismo de turnover. Esto es, el reemplazo de una o más especies por otras. Sin embargo, en el segmento Sur de los Andes, predomina el anidamiento (nestedness), es decir, una pérdida gradual de especies de una región de mayor riqueza a otra de menor riqueza de especies.
El anidamiento está asociado generalmente a regiones con climas extremos o que han sufrido procesos históricos de glaciaciones, mientras que el turnover (reemplazo de especies) se asocia con variaciones ambientales, flexibilidad fisiológica y competencia entre especies. En los tres segmentos andinos (Norte, Centro y Sur) la diversidad Beta se explica principalmente por factores espaciales.
Investigaciones del CONICET
En el marco de una reciente investigación, un equipo de científicas y científicos del CONICET evaluó el cambio en la biodiversidad Beta de roedores a lo largo y a lo alto de la Cordillera de los Andes.
La biodiversidad Beta, a diferencia de la biodiversidad Alfa -que mide la diversidad de especies a escala local- está determinada por la relación entre la riqueza de especies a nivel local y la riqueza de especies a nivel regional.
Para realizar esta tarea, los especialistas se centraron en analizar la distribución latitudinal (de norte a sur) y altitudinal (de abajo hacia arriba) de 432 especies de roedores entre Argentina y Chile (al sur) y Venezuela (al norte). El trabajo fue publicado en Journal of Mammalogy.
“Los principales hallazgos de la investigación destacan que, en la Cordillera de los Andes, los cambios en la biodiversidad Beta de roedores disminuye de norte a sur, y, a su vez, aumenta altitudinalmente”, explica Agustina Novillo investigadora del CONICET en el Instituto de Biodiversidad Neotropical (IBN, CONICET-UNT) y primera autora del estudio.
Novillo explica que, en general, la distribución de las especies está delimitada por características ambientales como el clima y el tipo de hábitat. La científica agrega que, en el caso de la cadena montañosa, la disminución de norte a sur de la diversidad Beta está asociada a la pérdida de la heterogeneidad de la superficie terrestre y de los tipos de ambiente, sumada a la caída de las temperaturas y la menor cantidad de precipitaciones.
En relación a la variación altitudinal de la diversidad Beta en la Cordillera de los Andes, Ricardo Ojeda, investigador del CONICET en el Instituto Argentino de Investigaciones de las Zonas Áridas (IADIZA, CONICET-UNCUYO-Gob. Mza.) y otro de los autores del estudio, explica: “Las zonas altas de los Andes presentan características únicas que favorecen el recambio entre especies de zonas bajas y especies adaptadas a condiciones más extremas, como bajas temperaturas o menor disponibilidad de alimento”.
Con información de: https://noticiasambientales.com/ https://cabalgataschile.cl/
Fuente: Soledad Silione – Área de Comunicación CONICET Mendoza
Imagen de portada: SISTEMA COPERNICUS https://metsul.com/imagem-de-satelite-mostra-enorme-quantidade-de-neve-nos-andes/ .