El motivo por el cual han sido detectadas estas descargas de rayos o relámpagos en Júpiter: porque Juno las ha sobrevolado más cerca que las otras misiones.
La existencia de rayos en Júpiter, teorizada durante siglos, fue confirmada por la misión Voyager 1 en marzo de 1979, aunque las señales de radio asociadas a esos rayos no concidían con las señales de radio producidas por los rayos en la Tierra. «No importa en qué planeta estés, los rayos actúan como radiotransmisores, enviando ondas de radio cuando emiten destellos a través del cielo», dice Shannon Brown, del Jet Propulsion Laboratory de la NASA, en un estudio sobre el tema publicado ayer en Nature.
La sonda espacial Juno, que ha estado orbitando Júpiter desde julio de 2016, tiene un instrumento científico altamente sensible denominado Radiómetro de Microondas, que registra las emisiones de gas de Júpiter en una amplia gama de frecuencias.
La evidencia en una fotografía
En esta vista de un vórtice cerca del polo norte de Júpiter, la sonda espacial Juno de la NASA observó el resplandor de un rayo.
Los rayos en Júpiter
En la Tierra, los relámpagos se originan en las nubes de agua y ocurren con mayor frecuencia cerca del ecuador, mientras que en Júpiter es probable que los relámpagos también ocurran en nubes que contienen una solución de amoníaco y agua, y se pueden ver con mayor frecuencia cerca de los polos.
En los próximos meses, las órbitas de Juno la llevarán repetidamente cerca de Júpiter cuando la nave espacial pase sobre el lado nocturno del planeta gigante, lo que brindará aún más oportunidades para que el conjunto de instrumentos científicos de Juno atrape un rayo en el acto.
Juno capturó esta vista cuando completó su 31° sobrevuelo cercano a Júpiter el 30 de diciembre de 2020. En 2022, el científico ciudadano Kevin M. Gill procesó la imagen a partir de datos sin procesar del instrumento JunoCam a bordo de la nave espacial. En el momento en que se tomó la imagen en bruto, Juno estaba a unos 32.000 kilómetros por encima de las nubes de Júpiter, a una latitud de unos 78 grados a medida que se acercaba al planeta.
La NASA en Español