Aún se desconoce cómo coordinan sus señales luminosas y logran sincronizarse. Estos insectos pueden parpadear casi al unísono a lo largo de una superficie amplia, aunque solo puedan ver a otras luciérnagas que están a poca distancia.
Las luciérnagas han podido aparearse sin la interferencia de la contaminación lumínica ni las perturbaciones en los bosques de todo el país. Es probable que esto suponga una bendición para los insectos, muchos de los cuales están menguando en sus áreas de distribución.
Los fenómenos sincrónicos son fundamentales para la vida tal y como la conocemos, desde las contracciones coordinadas del corazón hasta la activación de las neuronas del cerebro.
as luciérnagas que sincronizan sus destellos al unísono es una manifestación fascinante del comportamiento animal y de cómo logran niveles de conexión asombrosos. Este arquetipo de sincronía biológica ha desafiado el entendimiento humano que se pregunta cómo logran tal conexión lumínica. Y aunque existen investigaciones previas al respecto, los científicos se han sentado de una vez por todas para descifrar por qué se sincronizan las luciérnagas.
Escepticismo y accidente estadístico
Los primeros esbozos en las explicaciones de la sincronización de las luciérnagas generalmente evocan a una ilusión. Con anterioridad se nombró a este comportamiento como una ilusión del ojo humano, un accidente estadístico o hasta una consecuencia de las condiciones climatológicas. Pero en los últimos 50 años, la tecnología ha podido observar con mayor detenimiento los rápidos destellos provenientes de comunidades de luciérnagas. Las nuevas investigaciones sugieren que este comportamiento de ilusión no tiene nada.
Para crear un puente entre la teoría y la práctica observacional, los Doctores Peleg y Sarfati de la Universidad de Colorado, grabaron a una población de luciérnagas en el Parque Nacional Great Smoky Mountain, durante la temporada de apareamiento. Usaron grabaciones estereoscópicas con dos cámaras de 360° de alta tecnología, con las que captaron los destellos lumínicos que más tarde pudieron reconstruir en tres dimensiones una porción en forma de cono del enjambre.
Interacción luminiscente
Gracias a esta reconstrucción 3D, se pudieron caracterizar varios patrones complejos en el comportamiento del enjambre. Las luciérnagas no brillaron de inmediato, sino que lo hicieron en una ola en cascada sobre el enjambre. En ocasiones, el destello comenzaba en la parte inferior de la cresta de la población y se movía hacia los insectos de arriba. Así, descubrieron que los patrones de parpadeo sugieren que las luciérnagas están interactuando localmente con su enjambre, siguiendo las señales de las luciérnagas que las rodean.
También se percataron de que coordinan sus destellos gracias a la conexión visual. Pudieron darse cuenta de esto gracias a que no se producía coordinación entre aquellas luciérnagas entre las que se interponía un obstáculo como la vegetación.
“A partir de un cierto umbral, la sincronización es casi perfecta. Creemos que esto es porque las luciérnagas necesitan verse unas a otras para poder sincronizarse, pero en el ambiente en el que viven hay tal oclusión visual que solo se pueden ver en distancias cortas. Como consecuencia, hace falta que haya muchas luciérnagas juntas, para que cada una pueda transmitir la información del parpadeo a la siguiente”, explican los autores.
En investigaciones anteriores ya se había descifrado que los machos sincronizan sus destellos, porque de lo contrario no serían capaces de identificar el patrón de las hembras en medio del caos luminiscente. Pero estos nuevos resultados llevan el estudio de las luciérnagas hasta otro nivel. Y además nos han dejado una hermosa evidencia en 360° de la danza luminiscente de las luciérnagas.