Esta dura evaluación ha sido cortesía de científicos que han examinado recientemente el estado de conservación en todo el mundo de casi 1.200 especies de condrictios, que comprenden tiburones, rayas y quimeras.
Los tiburones y las rayas tuvieron alguna vez su época dorada. El mako de aleta corta, el tiburón más rápido del planeta, perseguía a sus presas a más de 30 km por hora; mientras que los tiburones martillo surcaban la amplitud del océano buscando alimento con sus característicos ojos apartados y otros órganos sensoriales especializados. Estos animales recorrían enormes distancias en mares abiertos. Por eso, muchos pescadores, e incluso a algunos biólogos, creyeron imposible que la pesca excesiva pudiera alguna vez ponerlos en peligro.
Un análisis detallado de las cifras de población actuales e históricas brinda un panorama más claro…y desesperanzador. Dulvy y el coautor Nathan Pacoureau, ambos de la Universidad Simon Fraser en Canadá, encontraron que las poblaciones de 18 especies de tiburones y rayas han disminuido en un 70 por ciento desde 1970, según indicaron en el estudio publicado en la revista Nature esta semana. A este ritmo, muchas de las especies podrían desaparecer por completo en una década o dos, advierten los autores.
Durante la primera evaluación global de este tipo en 2014, se encontró que casi una cuarta parte (24%) de las especies de chondrichthye estaban amenazadas. A estas alturas, sin embargo, hasta el 37,5% de los condrictios están a punto de enfrentarse a la extinción en los océanos del mundo, en parte como resultado de la mejora de los datos sobre sus poblaciones.
Se estima que el 41% de las 611 especies de rayas estudiadas están en riesgo, al igual que el 36% de las 536 especies de tiburones con un 9% adicional de 52 especies de quimeras, encontraron los científicos.
“La sobrepesca es la amenaza universal que afecta a las 391 especies y es la única amenaza para el 67,3% de las especies, e interactúa con otras tres amenazas para el tercio restante: pérdida y degradación del hábitat (31,2% de las especies amenazadas), cambio climático (10,2%) y contaminación (6,9%). Las especies están desproporcionadamente amenazadas en las aguas costeras tropicales y subtropicales”, explican los científicos en un estudio .
Y no son solo numerosas especies de condrictios las que están en peligro crítico de extinción. Innumerables especies marinas, grandes y pequeñas, corren el riesgo de extinguirse en los próximos años y décadas, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Los océanos del planeta se enfrentan a una “crisis de extinción global”
“Los tiburones y las rayas son el canario en la mina de carbón de la sobrepesca”, observa Nicholas Dulvy, profesor de la Universidad Simon Fraser en Canadá, autor principal del estudio.
“Si les digo que las tres cuartas partes de las especies costeras tropicales y subtropicales están amenazadas, imagínense una serie de David Attenborough con el 75% de sus depredadores desaparecidos. Si los tiburones están disminuyendo, hay un problema serio con la pesca”, explica Dulvy.
“Nuestro estudio revela una realidad cada vez más sombría, con estas especies ahora formando uno de los linajes de vertebrados más amenazados, solo superado por los anfibios en los riesgos que enfrentan”, aclara el científico.
“El agotamiento generalizado de estos peces, en particular tiburones y rayas, pone en peligro la salud de todos los ecosistemas oceánicos y la seguridad alimentaria de muchas naciones de todo el mundo”, añade.
Estos hallazgos no sorprenderán a las personas familiarizadas con la devastación masiva infligida en todo el mundo a los tiburones capturados por sus aletas para su uso en sopa de aleta de tiburón, un manjar de la cocina china. También se capturan incontables tiburones y rayas como captura incidental, especialmente en los trópicos donde solían ser abundantes.
“Los trópicos albergan una increíble diversidad de tiburones y rayas, pero muchas de estas especies inherentemente vulnerables han sido objeto de una intensa pesca durante más de un siglo por una amplia gama de pesquerías que siguen estando mal gestionadas, a pesar de los innumerables compromisos de mejora”, dice Colin Simpfendorfer, un profesor adjunto de la Universidad James Cook en Queensland, Australia.
“Como resultado, tememos que pronto confirmemos que una o más de estas especies han sido llevadas a la extinción por la sobrepesca, una novedad profundamente preocupante para los peces marinos”, se lamenta.
Medidas de protección reforzadas, aún podrían salvar a tiburones y rayas
Sin embargo, las medidas de protección reforzadas y los nuevos límites impuestos a las prácticas de pesca insostenibles pueden cambiar las cosas. Varias especies de atún, que casi se extinguieron hace una década, se han recuperado en gran medida últimamente, según la UICN.
En la última lista del grupo de especies en peligro de extinción, el atún rojo del Atlántico se eliminó de la categoría “en peligro” y se reclasificó como una especie de “menor preocupación”, mientras que el atún rojo del sur ahora figura como “en peligro” en lugar de “en peligro crítico”.
Al mismo tiempo, los atunes albacora y aleta amarilla han pasado de estar en la lista de “casi amenazados” a ser de “menor preocupación”.
“Estas evaluaciones de la Lista Roja son una prueba de que los enfoques de pesca sostenible funcionan, con enormes beneficios a largo plazo para los medios de vida y la biodiversidad”, enfatiza Bruce B Collette, presidente del Grupo de Especialistas en Atún y Marlines de la CSE de la UICN.
“Necesitamos seguir aplicando cuotas de pesca sostenibles y tomando medidas enérgicas contra la pesca ilegal”, dice Collette.
Vía: https://www.ecoportal.net/
Con información de: https://www.nationalgeographicla.com/