Una reciente investigación encontró que las especies silvestres de algunos alimentos más importantes del mundo, se encuentran amenazados debido al cambio climático.
No hace falta nada más que consultar las fechas en las que estamos y los fenómenos meteorológicos que padecemos para comprobar los efectos del cambio climático, por más que algunos se empeñen en seguir negando su existencia.
Como consecuencia, en la actualidad, existen algunos alimentos en peligro por el cambio climático que están en riesgo de desaparecer o bien en su totalidad o bien gran parte de sus variedades. Repasamos los más representativos entre todos ellos.
El cultivo de aguacate, cacao, algodón, vainilla y muchos otros alimentos mesoamericanos comenzaron desde hace siglos como una tradición de los pueblos antiguos. Mayas, mexicas y otras civilizaciones del Centro y Suramérica fueron las primeras en domesticar este tipo de cultivos para incluirlos en su dieta diaria y en la confección de ropa. Desde entonces se han convertido en pilares que ya no sólo se distribuyen en América, sino que se han convertido en los favoritos del mundo. Pero esta tradición de cultivar aguacate para acompañar los alimentos o de extraer vainilla para preparar helado, podría terminarse como consecuencia del riesgo por el cambio climático.
Alimentos en riesgo por el cambio climático
La vainilla, una orquídea nativa del Centro y Suramérica encabeza la lista de riesgos. Las ocho especies de vainilla presentes de manera silvestre en dicha región se encuentran en peligro o en peligro crítico de extinción, según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Le sigue el algodón silvestre con un 92% de las especies en riesgo de extinción. El aguacate se posiciona en tercer lugar, tres de cada cinco especies de aguacate se encuentran en riesgo. Y la papa también forma parte de las alertas con un 23% del total de sus especies en riesgo. Muchos otros alimentos mesoamericanos se suman a la lista como cacao, frijoles, calabazas, café, tomate de cáscara, entre una larga lista de 224 especies.
Modelos más sostenibles
Bárbara Goettsch, investigadora de la UICN y autora principal del estudio, dice que el riesgo proviene principalmente del cambio climático que experimenta el planeta y aqueja únicamente (por ahora), a los cultivos silvestres. La investigadora ha dicho que, si la crisis climática llegara a afectar al sistema de agricultura que alimenta al mundo, los cultivos silvestres no estarán ahí para ayudar a que los cultivos básicos se adapten. Como consecuencia principal, enfrentaríamos una crisis alimentaria mundial.
“La salinidad del suelo está cambiando y estas plantas no tienen la capacidad de adaptarse. Las temperaturas están subiendo. Debido al cambio climático, las plagas y enfermedades también se alterarán y esto puede tener un impacto masivo en las plantas cultivadas. Podríamos tener escasez de estos alimentos”, dice Goettsch.
Pero otra razón por la que los cultivos se encuentran en peligro es debido a la agricultura poco sostenible que utiliza pesticidas. Además de las especies invasoras, la tala desmedida y la conversión del terreno silvestre a monocultivos con alimentos genéticamente modificados, también están dejando huella.
La única vía es mudarnos hacia modelos más sostenibles que ayuden a aminorar las consecuencias del cambio climático y con suerte, no llegaremos hasta este escenario devastador. Además, la diversidad genética de los parientes silvestres debería estar mejor representada en los bancos, en caso de ser necesarios. Deben impulsarse acciones contundentes para garantizar la seguridad alimentaria del mundo y hacerlo con métodos más congruentes con la sostenibilidad. De otra manera, si la situación no cambia pronto, la hambruna comenzará a extenderse por el mundo, como en el caso de Madagascar.