El Hubble ya había observado esta región, cuya actividad de formación estelar la convierte en un objetivo atractivo para los astrónomos. La imagen lograda dejó con la boca abierta a los observadores astronómicos de todo el mundo.
FS Tau B es una estrella recién formada, o protoestrella, rodeada por un disco protoplanetario, una colección en forma de tortita de polvo y gas sobrante de la formación de la estrella que eventualmente se fusionará en planetas. La espesa franja de polvo, vista casi de canto, separa lo que se cree que son las superficies iluminadas del disco en llamas.
Es probable que FS Tau B esté en proceso de convertirse en una estrella T Tauri, un tipo de estrella variable joven que aún no ha comenzado la fusión nuclear pero está comenzando a evolucionar hacia una estrella alimentada por hidrógeno similar a nuestro Sol. Las protoestrellas brillan con la energía térmica liberada cuando las nubes de gas que las forman colapsan y con la acumulación de material procedente del gas y el polvo cercanos. Las estrellas variables son una clase de estrellas cuyo brillo cambia notablemente con el tiempo.
FS Tau A es en sí mismo un sistema binario T Tauri, que consta de dos estrellas que orbitan entre sí.
Se sabe que las protoestrellas expulsan corrientes de material energizado en forma de columnas que se mueven rápidamente, llamadas chorros, y FS Tau B proporciona un ejemplo sorprendente de este fenómeno. La protoestrella es la fuente de un inusual chorro asimétrico de doble cara, visible aquí en azul. Su estructura asimétrica puede deberse a la diferencia en las velocidades a las que se expulsa la masa del objeto.
FS Tau B también está clasificado como objeto Herbig-Haro. Los objetos Herbig-Haro se forman cuando chorros de gas ionizado expulsados por una estrella joven chocan con nubes cercanas de gas y polvo a altas velocidades, creando manchas brillantes de nebulosidad.
FS Tau es parte de la región Taurus-Auriga, una colección de nubes moleculares oscuras que albergan numerosas estrellas jóvenes y de reciente formación, aproximadamente a 450 años luz de distancia en las constelaciones de Tauro y Auriga. Anteriormente, el Hubble ya había observado esta región, cuya actividad de formación estelar la convierte en un objetivo atractivo para los astrónomos.
Con información de: https://www.tiempo.com/
Imagen de portada de la nota: Unos chorros emergen del corazón de una estrella recién formada y atraviesan el espacio, cortando el gas y el polvo de una nebulosa brillante. Foto: NASA/ESA