El nuevo cálculo también revela la posibilidad que, actualmente, la mencionada corriente posea apenas una quinta parte de la masa antes calculada, y, por lo tanto, no alcance a cubrir un tercio de la Vía Láctea.
Un grupo de científicos publicó recientemente en la revista The Astrophysical Journal Letters un estudio en el que concluyen que la inmensa Corriente de Magallanes podría hallarse mucho más cerca de la Vía Láctea de lo que inicialmente se pensaba.
«El origen de la Corriente magallánica ha sido un gran misterio durante los últimos 50 años«, dijo Scott Lucchini, coautor del estudio y físico de la Universidad de Wisconsin (EE.UU.).
Descubierta por los astrónomos en 1972, la Corriente magallánica consiste en un flujo de hidrógeno neutro que, según la teoría más aceptada, está formado por la interacción gravitacional de la Vía Láctea y las nubes de Magallanes, dos galaxias enanas cercanas a la nuestra.
Cabe resaltar que, en una investigación realizada el año pasado por el mismo equipo de astrónomos de la Universidad de Wisconsin-Madison y del del Space Telescope Science Institute, se estimaba que este flujo circulaba alrededor de gran parte de la Vía Láctea y que se hallaba a una distancia de la Tierra de entre 325.000 y 650.000 años luz.
Descubierta por los astrónomos en 1972, la Corriente magallánica consiste en un flujo de hidrógeno neutro que, según la teoría más aceptada por la comunidad científica mundial, está formado por la interacción gravitacional de la Vía Láctea y las nubes de Magallanes, dos galaxias enanas cercanas a la nuestra.
El nuevo cálculo también revela la posibilidad que, actualmente, la mencionada corriente posea apenas una quinta parte de la masa antes calculada, y, por lo tanto, no alcance a cubrir un tercio de la Vía Láctea, tal como afirmaban los estudios anteriores.
Si bien los autores del estudio confirmaron las observaciones previas que aseguraban que ambas galaxias se orbitan a sí mismas; el nuevo modelo determinó que lo hacen en la dirección opuesta a la que se pensaba hasta el presente.
A partir de este descubrimiento, los científicos afirman que es muy posible que el gas de la Corriente de Magallanes comience a impactar contra la Vía Láctea mucho antes de lo que se creía, lo que generará choques que harán que el gas se aglomere para formar nuevas estrellas, un fenómeno que, según los cálculos del equipo de especialistas, comenzará a ocurrir en solo 50 millones de años, un período muy breve en términos cósmicos.
«Está cambiando el paradigma de la corriente. Algunos han pensado que las estrellas son demasiado débiles para verlas porque están demasiado lejos. Pero ahora vemos que la corriente está básicamente en la parte exterior del disco de la Vía Láctea», concluyó Fox.
Vía: https://weekend.perfil.com/