Todo lo que tenes que saber sobre el jazmín, la variedad trepadora: cultivo y cuidados

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Cuando se siente el aroma del jazmin en un hogar o jardin es tan placentero como ver la planta misma. Durante la primavera la planta Jazmín trepadora embellece los espacios con una gran cantidad de pequeñas flores blancas.

La mayoría de las personas piensa que el jazmin requiere un cuidado sumamente especial y que se trata de una planta delicada y sensible. Sin embargo, a pesar de esa creencia popular, el jazmín es una planta rústica y sumamente resistente. Ya sea trepadora o arbustiva, la auténtica belleza de esta planta está en su floración. Una que, si somos rigurosos cumpliendo los cuidados del jazmín, no solo es extremadamente hermosa a pesar de su sencillez. Además, es muy generosa y cuenta con un perfume único que caracteriza a esta planta.

Existe una cantidad aproximada de 200 variedades de jazmín. Esta planta no quiere suelo necesariamente, sino que podemos disfrutar de ella también en maceta. Pero, el lugar es lo de menos, si conocemos qué es lo que realmente necesita la planta. Ahora vamos a entrar en detalles sobre los cuidados del jazmín.

7 CUIDADOS DEL JAZMÍN PARA DISFRUTAR DE SU BELLEZA

A pesar de ser una familia de plantas tan amplia, sorprende saber que los cuidados del jazmín son los mismos para todos ellos. Y no solo eso. La mayor parte de los jazmines son ideales para vestir muros, pérgolas o cualquier otro soporte. Son una de esas plantas que nunca puede faltar en la lista de plantas trepadoras con flor para el jardín. Con una ventaja más: no es una planta invasora ni que pueda complicarnos la vida como sí sucede con otras, como la hiedra o la glicinia. Y ojo que, a nivel de tamaño, no se queda atrás con respecto a este par de plantas. Si seguimos al pie de la letra los pocos cuidados del jazmín, podemos verlo crecer hasta los seis metros de altura.

1. La luz, clave en los cuidados del jazmín

Es, probablemente, uno de sus cuidados fundamentales. Para poder florecer en condiciones, el jazmín demanda una exposición a pleno sol. Hay que comprender que es una planta originaria de climas cálidos, por lo que demanda una luz intensa para desarrollarse en condiciones.

A pesar de esto, también es posible cultivar el jazmín sin que reciba luz solar directa. Lo único que hemos de saber es que, en este caso, no florecerá aunque sí se desarrollará.

2. La temperatura, un detalle menor en su cultivo

Pero, si acabamos de decir que es una planta procedente de climas cálidos, ¿cómo puede ser un detalle secundario? Pues lo es. A pesar de que el jazmín agradece el calor, lo cierto es que es una planta capaz de estar expuesta al frío. Tolera temperaturas de hasta tres grados bajo cero, pero tengamos algo en cuenta: si son continuadas, es mejor tomar precauciones. Si está plantado en suelo y vives en un clima con inviernos rigurosos, lo ideal es cubrir las raíces. Gracias a una manta de jardinería o a un acolchado, podrán mantenerse calientes a pesar del frío exterior.

Por último, saber cómo cuidar un jazmín pasa también por buscarle un emplazamiento protegido del viento.

3. El riego, abundante en meses de primavera y verano

Como muchas otras plantas, la exigencia de riego del jazmín es fundamentalmente en los meses de crecimiento y floración. O, dicho de otra manera, en los que corresponden con los de primavera y verano. Durante estas dos estaciones, lo ideal es regar cada dos o tres días.

Cómo cuidar el jazmín en los meses de frío varía ligeramente la pauta de agua. Durante esta época, bastará con regar cuando notemos que la tierra ha empezado a secarse.

4. El suelo, otro aspecto poco importante

Ya hemos advertido que se trata de una planta rústica y resistente. Y eso no deja de ser una auténtica pista de cómo se comporta esta planta. Entre los cuidados del jazmín no tendrá que preocuparnos mucho el tipo de suelo. Es tan versátil que es capaz de crecer, incluso, en suelos pobres. Pero no nos engañemos: su lugar ideal es un sustrato universal rico en nutrientes.

Y, aunque no es exigente con el lugar de plantado, es importante contemplar algo. El único suelo en el que bajo ningún concepto podremos plantar el jazmín es un suelo arcilloso.

5. El drenaje, fundamental en cómo cuidar el jazmín

Aquí llega la explicación a por qué los suelos arcillosos son los únicos que están prohibidos en los cuidados del jazmín. Hablamos de una planta que no tiene tolerancia a los encharcamientos, ya que sus raíces se pudren con facilidad. De ahí que sea primordial proveerle de un suelo que evacúe sin problemas el agua de riego sobrante.

6. El abonado, regular en meses de floración

Uno de los cuidados del jazmín más importantes queremos verlo lleno de flores y creciendo con alegría. Durante los meses de desarrollo, lo ideal es aplicar de manera mensual una dosis de abono.

Para ello, se puede utilizar una enmienda orgánica o, por el contrario, elegir un abono específico para este tipo de plantas.

7. Los tutores, importantes para su estética

A diferencia de otras plantas trepadoras, el jazmín no se agarra solo a la superficie sobre la que se apoya. Para poder hacerlo correctamente, necesita que le coloquemos apoyo o un tutor para su crecimiento. De no hacerlo, corremos ellos riesgo de que en lugar de trepar se deje caer adoptando forma de arbusto.

Vía: verdecora.es

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